Jaén

El Misterio del Descendido ilustra el cartel “Buena Muerte Jaén 2021”

La Hermandad de la Buena Muerte de Jaén ha presentado la instantánea ilustradora del “cartel Buena Muerte 2021”. Una fotografía capturada por Francisco Jiménez Cabrera cuyo protagonista es el Misterio de Jesús Descendido de la cruz que se presenta en el interior de la Santa Iglesia Catedral de la capital a punto de cruzar el dintel de la puerta principal del Perdón.

“El cartel refleja los múltiples sentimientos que vive cada Miércoles Santo dirigiendo al cuerpo de anderos” reza Ángel Navarro Gómez, mayordomo de los tronos de la Hermandad y presentador de la obra. “El cartel Buena Muerte 2021 transmite la imagen de la serenidad y la fuerza que el Hermano de la Buena Muerte busca y encuentra en la tarde del Miércoles Santo” puntualiza el autor. Sin duda, se trata de una imagen indescriptible que promueve los más altos elogios de quienes en realidad son participes de portar el trono del Descendido. Una instantánea en blanco y negro que recuerda aquellos antiguos años en los que el grupo escultórico hermano del que descansa en la Iglesia linarense de Santa Bárbara, buscaba la comunión completa entre la escena y el pueblo.

Un Misterio Colosal

El Cristo Descendido de la cruz, al que algunos llaman de la Redención, es una obra completa del escultor cántabro Víctor de los Ríos que realizara para la Hermandad en 1959. Al igual que el Señor, el resto del Misterio también salió de las manos del mismo autor quien determinó que fueran las Tallas de Nicodemo, San Juan, José de Arimatea, María Magdalena, una de las santas mujeres y la Virgen María las que acompañaran al Señor.

Bendecido parte del mismo por el entonces Obispo de Jaén, Monseñor Félix Romero Mengíbar el 6 de abril de 1960 en la catedral, celebraría su primera salida procesional el Miércoles Santo 13 de abril de 1.960. No sería hasta 1.964 cuando se completase el tan ansiado Misterio con la llegada de María Magdalena y la de “una santa mujer” que fueron bendecidas por el citado Obispo la tarde del Miércoles Santo 25 de abril de 1.964.

Asimismo, entre agosto de 1.992 y enero de 1.993 el conjunto sería sometido a un minucioso proceso de restauración que llevó a cabo la restauradora Eloísa Arcos Quesada.