Cruz de guía, Opinión

El valor de la difusión

Gran cantidad de acontecimientos cofrades se avecinan en este recién iniciado curso. La mayoría de ellos, de carácter extraordinario, vienen precedidos de una suculenta campaña de marketing inherente a la naturaleza de las Cofradías. Sí, una campaña de difusión a través de la cual motivar a la población local y foránea a acudir al evento y a promocionar la Semana de Pasión como si de una línea telefónica se tratase.

Vivimos en el mundo de la globalización y la comunicación. Todo permanece interconectado y el valor de la información y la difusión ha alcanzado cotas inimaginables hasta hace escasos años, pues todo acontecimiento llega anticipado por la publicidad y promoción en su máximo esplendor.

Se trata de un fenómeno que se ha trasladado al mundo cofrade mediante el uso continuado de las redes sociales en el día a día. En la actualidad no existe un acto que no sea anunciado previamente. Así pues, dependiendo de la trascendencia del acontecimiento contará con más o menos presencia en las redes. Es una manifestación de la importancia que posee esa difusión para alcanzar dicha trascendencia en este orbe cofrade.

Es por ello, que las Corporaciones deben afanarse en promocionar esos eventos extraordinarios que contribuyen a la atracción de masas lejos de las fechas que impregnan la Semana de Pasión. ¿Cuántas veces nos hemos enterado casi por casualidad que tal Hermandad va a procesionar su Imagen Titular en una salida extraordinaria? o ¿en cuántas ocasiones las Agrupaciones de Cofradías han organizado una magna a prisa y corriendo y sin apenas difusión?. Sin duda un problema que todavía adolece en algunas entidades que ahogan su ser en la desgana, el inmovilismo y el hacer por hacer. Y es que muchos de estos acontecimientos que no han tenido apenas voz han quedado en el olvido gracias a aquellos que obviaron la necesidad de promocionarlos en su justa medida.

Procesiones extraordinarias, vía crucis magnos, magnas marianas y un largo etcétera configuran una oportunidad para enriquecer la Semana de Pasión con la atracción de la tan denostada savia nueva que necesitan nuestras Hermandades y Cofradías. Es por ello que si exprimimos estos simbólicos comodines debemos llevarlo a cabo con cabeza y con la certeza de que el fruto espiritual contribuirá también al crecimiento del fruto devocional y expansivo de la Semana Santa.