Una entrevista en la Confianza (parte I)
Conforme leéis estas líneas, voy recordando la experiencia que viví hace unos días. Eran las once de la mañana y me encaminaba hacia la parroquia de la Inmaculada. En su interior me esperaba don Francisco Jesús Granados, el actual párroco, junto con José Luis Díaz, el hermano mayor de la Fraternidad del Santísimo Cristo de la Confianza.
Hace calor en la calle, pero, en cuanto encauzas la amplia línea que dejan los bancos entre sí, allí en medio de la enorme y moderna nave, el frescor y el recogimiento del templo alivian cualquier incomodidad que lleves contigo. Más aún se nota al entrar en la sacristía, donde tras un afectuoso recibimiento y una breve conversación previa, ya con don Francisco enfrente de mí, me atrevo a preguntar:
¿Cómo fue su llegada a la parroquia, cómo fue recibido y qué situación pastoral y social se encontró?
Llegué a la parroquia hace un año y medio aproximadamente, en septiembre de 2021. Me encontré una comunidad que me acogió con mucho cariño, con muchas expectativas. También yo venía con muchos deseos de entregarme a la nueva misión encomendada. El párroco anterior estuvo más de treinta años al frente, haciendo mucho bien en ella y en el barrio, pero en todos los lugares se necesita renovación. Es una parroquia con una población numerosa, un sector importante de población mayor y muchos inmigrantes latinos sobre todo que, poco a poco van integrándose en la comunidad parroquial.
“Creo que tenemos que dar una respuesta adecuada a todos los inmigrantes del barrio, acogerles, integrarles en la parroquia…“
¿Cómo describiría la situación del barrio actualmente a nivel pastoral y social? ¿Qué considera que es más urgente tratar?
La parroquia, consagrada en 1964, tuvo su auge en los años 70 y 80. Hay un sector de población bastante significativo en el barrio de edad avanzada; muchos de ellos enfermos o ancianos que necesitan una especial atención pastoral. También hay necesidad de atención pastoral prioritaria a personas inmigrantes. Creo que tenemos que dar una respuesta adecuada a todos los inmigrantes del barrio, acogerles, integrarles en la parroquia… Otra urgencia pastoral es cuidar los matrimonios y familias. Se potenció la celebración de misa de familias y niños los domingos por la mañana; se creó un grupo de formación de matrimonios y escuela de padres. Tarea pendiente y también urgente es cuidar la pastoral juvenil. En ese sentido, queda aún mucho por hacer…
“A través de cada paso, de la música, de la belleza de las imágenes se evangeliza al pueblo sencillo”
Aparte de la fraternidad del Santísimo Cristo de la Confianza, ¿qué otros grupos parroquiales ayudan activamente en las necesidades cotidianas de la parroquia?
Voluntarios de Cáritas Parroquial que atienen a las familias y personas necesitadas; grupos de formación de adultos; los grupos de catequesis de niños que se preparan a la Primera Comunión y quienes ya la han hecho (“Followers”) y siguen teniendo actividades en la Parroquia; un grupito pequeño de jóvenes y adultos que se preparan para recibir el sacramento de la Confirmación. Además de la catequesis, hay un grupo que se ha creado recientemente de Apostolado de la Oración y otro que se pondrá en marcha en breve de Adoración Nocturna. Cuanto con un buen grupo de catequistas que forman a los niños y a los jóvenes. Con un coro de adultos y otro que anima en las misas de familias y niños. También está en la parroquia la sede del Apostolado Mundial de Fátima en Córdoba: este grupo es un buen apoyo en la tarea pastoral y para fomentar la devoción a la Virgen María.
“Regresé no hace mucho de misión en la selva peruana, donde estuve como misionero 6 años. Comparando el modo de vivir la fe allí con el modo de vivirla aquí percibo que allí la gente, en general, está más comprometida”
Tiene vida la parroquia, en definitiva.

Podría tener mucha más. Creo que necesita tener mucha más vida sobre todo en lo que se refiere a pastoral juvenil y familiar. Tiene que ser una comunidad mucho más viva, mucho más activa y comprometida. Regresé no hace mucho de misión en la selva peruana, donde estuve como misionero 6 años. Comparando el modo de vivir la fe allí con el modo de vivirla aquí percibo que allí la gente, en general, está más comprometida, tiene más iniciativa… Aquí más bien tenemos tirar los sacerdotes del carro. Hace falta más perseverancia, más implicación, más compromiso evangelizador por parte de los seglares. La parroquia no es solo el lugar al que voy para que me presten unos servicios de tipo religioso, sino un lugar donde vio mi fe con otros hermanos y me siento parte importante para trabajar de modo comprometido en la tarea pastoral.
Se puede decir que hay como un enfriamiento no de la fe, pero sí de la vida cristiana —dígase así—, del compromiso…
Del compromiso más bien. La gente vive su fe, muchos a su manera, pero muchos no quieren comprometerse de veras, dedicar su tiempo y sus dones al servicio de Dios y de los hermanos. Vivimos en una sociedad en la que antes se respiraba un clima católico y de fe, clima alimentado en gran parte por la religiosidad popular. Pero hoy ya pasó ese ambiente de catolicismo social y es urgente una nueva evangelización: hace falta ir más allá, no quedarnos solo en ese clima social de fe, sino comprometernos activamente en la tarea evangelizadora. Nada es más urgente y necesario para el mundo que anunciar y llevar a Cristo al corazón de muchos alejados.
“Otro objetivo es cuidar la reciente Fraternidad del Santísimo Cristo de la Confianza, de modo que sea un pilar importante de evangelización”
¿Cuáles son los proyectos pastorales que la parroquia está actualmente llevando a cabo?
Especialmente potenciar la pastoral del matrimonio y la familia. También, como antes señalé, implicar más a los inmigrantes, acogiéndolos e integrándolos para que formen parte activa de la comunidad. Otro objetivo es cuidar la reciente Fraternidad del Santísimo Cristo de la Confianza, de modo que sea un pilar importante de evangelización en la parroquia, que pueda atraer a los alejados y, sobre todo, a las nuevas generaciones. Sin olvidar, por supuesto, la atención en la caridad a las personas que lo necesitan y a los enfermos.
¿Cuáles son los objetivos propuestos a medio y largo plazo?
No lo sé, Dios nos irá inspirando conforme las necesidades que se vayan viendo en cada momento en la parroquia. Más que plantear a largo plazo, planteo lo más inmediato y urgente. Estamos en proceso también de configurar el consejo pastoral parroquial. Como llevo poco tiempo, aún quiero conocer mejor a los feligreses para poder constituir un consejo de pastoral parroquial.
“(Con el Cristo de la Confianza) me encontré con un fervor y una devoción sencilla y profunda de mucha gente hacia esta imagen preciosa. Esto había que encauzarlo de algún modo, darle una estructura”
¿Por qué decidió propulsar la organización de la Fraternidad del Santísimo Cristo de la Confianza?

Porque, al llegar aquí, me encontré con un fervor y una devoción sencilla y profunda de mucha gente hacia esta imagen preciosa. Esto había que encauzarlo de algún modo, darle una estructura. Caí en la cuenta de que era un motor importante para la evangelización y la pastoral de la parroquia. Por ello decidí crear esta Fraternidad Parroquial.
Se había intentado en otras ocasiones sin éxito y ojalá el buen hacer y la buena intención que tienen quienes integran y dirigen la Fraternidad del Santísimo Cristo llegue a buen puerto. Veo que hay un buen espíritu en el modo de hacer las cosas hacer, en el deseo de trabajar en la pastoral de la parroquia y buenos proyectos de futuro. Sobre todo…. veo que tienen mucha ilusión y ganas. Personalmente tengo esperanza en este grupo de la Fraternidad del Stmo. Cristo de la Confianza que se ha erigido en la Parroquia y estoy convencido de que va a perseverar y a dar mucho fruto.
“Dios dirá con el paso del tiempo y los años si llega a constituirse como Hermandad”
¿Ve positivamente este nuevo intento?
Toda organización y todo grupo en una parroquia debe sostenerse en varios pilares: formación, espiritualidad, evangelización y caridad. Son pilares que desde un primer momento se han cuidado en la fraternidad. A través de José Luis, conocí algunas personas, sobre todo chicos y chicas jóvenes, con ganas, con deseos de trabajar y con interés en ayudar en esta tarea. Hicimos un primer planteamiento de cómo dar forma al grupo y se erigió la Fraternidad. Dios dirá con el paso del tiempo y los años si llega a constituirse como Hermandad. En el tiempo que llevamos tenemos unos ciento treinta hermanos. Se han realizado muchas actividades y se tienen muchos proyectos de cara al futuro.
“Hay mucho fervor y devoción en todo el barrio en torno al Santísimo Cristo de la Confianza”
¿Ha visto que la feligresía ha acompañado a la fraternidad? ¿Está implicada en el proyecto y la ve ilusionada?
Sin duda. La feligresía ya respondía antes de que hubiera una Fraternidad. Hay mucho fervor y devoción en todo el barrio en torno al Santísimo Cristo de la Confianza; lo único que se ha hecho es darle un cauce y una forma. La gente responde cuando se hacen actividades. Gracias a la aportación económica de numerosos fieles se ha podido restaurar recientemente la imagen en el taller de Ana Infante. Ahora tenemos el quinario, el Vía crucis, el besapié… La gente se ha volcado, tanto de la parroquia como de otros muchos lugares, incluso fuera de Córdoba, gente que conoció esta imagen, que se marchó fuera y que ha extendido allí donde han ido su devoción al Santísimo Cristo de la Confianza.
“Cada nazareno que lleva su cirio, cada costalero que aguanta el peso de un paso es una oración hecha vida”
¿Qué opina de la Semana Santa cordobesa, tanto a nivel cultural-folclórico como religioso? ¿Qué virtudes o provechos percibe en ella, o qué defectos considera que deben ser subsanados?

Me parece que la Semana Santa es un factor fundamental que ha preservado la religiosidad popular en nuestros pueblos y ciudades, sobre todo en Andalucía. La Semana Santa es una expresión de fe del pueblo sencillo que vive con intensidad los misterios centrales de la fe: pasión, muerte y resurrección del Señor.
A través de cada paso, de la música, de la belleza de las imágenes se evangeliza al pueblo sencillo. Las imágenes son el evangelio palpable que pueden leer los pobres, la gente sencilla y también los alejados de la fe.
Hay muchísimas virtudes y aspectos positivos: seriedad, espíritu de fraternidad muy intenso en las cofradías, espíritu de penitencia y oración… En cuanto a las sombras, pues las rivalidades que puede haber siempre entre cofradías, entre lo que unos hacen y otros hacen, entre lo que uno tiene y el otro no… Pienso que este tipo de comparaciones, celos o rencillas no son buenas.
Pero es lo menos, pues pienso que abundan mucho más las virtudes en nuestra Semana Santa y en el ambiente que se respira entre las distintas hermandades y cofradías. Cada nazareno que lleva su cirio, cada costalero que aguanta el peso de un paso es una oración hecha vida. Me parece que son muy bonitas todas las virtudes que nos puede enseñar la Semana Santa, más que los defectos.
“Las imágenes son el evangelio palpable que pueden leer los pobres, la gente sencilla y también los alejados de la fe”
Poco más queda que decir. Tras darle las gracias, se levanta y continúa con sus labores, que no son pocas, mientras que José Luis, que había estado cerca de nosotros durante todo este tiempo, se prepara para contestar a mis preguntas. Aunque eso será en la segunda parte de esta entrevista…