El sábado de la romería amaneció con nubes, pero el sol quiso estar presente también en la segunda jornada de presentaciones.
Fue una jornada cargada de emociones y sentimientos. Cargada de fe y devoción hacia la Patrona de Almonte. Un día para el recuerdo, donde las filiales más antiguas han vuelto a cumplir con la tradición.
No importó el pequeño retraso propiciado por un leve incidente sanitario, las filiales llenaron la calle Almonte y la calle Moguer de alegría por encontrarse de nuevo cara a cara con la Madre de Dios.