Después de la resaca emocional del viernes de llegada, la casa de Córdoba amanece aún algo cansada. Se forman corrillos para el desayuno donde se comenta el camino, se busca el estar con esa gente que se despidió de Córdoba hace diez días. Charlas de amigos alrededor de un café y una buena rabanada de pan. Una ducha y una visita fugaz a la Virgen, pues comienzan las presentaciones y Córdoba tiene que prepararse.
Almuerzo y rápido a vestirse para nuestra hora. La hora señalada en la que Córdoba cumpla ante la Señora y la Hermandad Matriz. Córdoba llegó de nuevo. Un año más. Cinco minutos, cinco minutos para nueve días de camino. Una salve, unos vivas… Pero la ciudad de San Rafael presentó con alegría. Sus niños iban cantándole al Niño, rebosaban la alegría propia de la edad. Las madres a su alrededor, con caras de satisfacción al ver como ha germinado la semilla rociera. El Grupo Joven se ha dejado la garganta y al compás de ¡Córdoba, Córdoba!, la carreta de plata ha revirado para ponerse frente a La Madre. Una décima de segundo y la carreta se encara a la concha peregrina del Santuario. ¡Qué salve más bonita! Lupe, la Hermana Mayor no cabe en sí de gozo. Rocío Jarabo, la alcalde de carretas ha cumplido su misión. Córdoba está ante Ella un año más.
Al concluir, han pedido que los niños pequeños, el Grupo Chupete, inmortalizara el bendito momento junto a la Hermandad Matriz, con su Presidente y Hermana Mayor al frente, así como con el Nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, quien ha vivido con gran intensidad el momento, mostrando evidentes signos de satisfacción, compartidos por todos los presentes, muy especialmente por Verónica Ramos, Hermana Mayor de Almonte 2023, que ha terminado dando los vivas a la Virgen. Emoción contenida que ha terminado desbordándose en llanto de emoción en miradas de niños y mayores, conscientes de haber sido testigos de un instante único e irrepetible que ya forma parte de la historia rociera.
Encaminada la Hermandad por la calle Bellavista, la comitiva se ha tenido que detener en varias casas a consecuencias de las ofrendas hechas oración cantada por varios grupos de rocieros, entre ellos gente de Almonte y de Jerez de la Frontera, que ha ofrendado al Simpecado una emocionante bulería, con mucho pellizco.
Ya cerca de la casa se ha rezado la Salve con los Simpecados de Córdoba y La Línea frente a frente, como antesala a la tradicional visita a la Hermandad de Lucena, madrina de la filial de la capital. A las puertas de la capilla de la casa de hermandad, la salve y los vivas han puesto el colofón perfecto para una jornada memorable. La primera de Lupe Grande como Hermana Mayor.