Cruce de gallardetes, Opinión

Hoy no puedo, tengo ensayo

Querido lector de cruce de gallardetes:

A pesar del frío, debo de reconocer que este domingo estoy especialmente acuaresmado. A pesar del frío, nada más que encuentro carteles en las redes sociales de cuadrillas  de costaleros, que en estos últimos días de enero, están ya convocando a sus costaleros para las igualás y ensayos.

No hay excusas para coger de nuevo las zapatillas, la faja y el costal y volver a las trabajaderas. La cuadrilla de costaleros, será una familia en las próximas semanas, compartiendo devoción, sentimientos, trabajo y verdadero espíritu de hermandad. También, en estos días, se acogerá a los nuevos costaleros, quienes por primera vez experimentaran lo que significa rezar con los pies ¡mostrémosles como se quiere al Señor y su Madre en el mundo de la trabajadera!

Es más que evidente, que el mundo del costal deja innumerables vivencias que son un regalo de fe. También, los costaleros nos regalan a los cofrades de calle momentos de emoción y recuerdos, los cuales guardaremos para siempre en nuestro corazón y también, el mundo del costal y sus costaleros, nos dejarán decenas de rituales, que se sucederán en la cuaresma y Semana de Dios.

Hoy, quiero resaltar una frase que me encanta pronunciar y escuchar. Si amigos, frases que ponen a cualquiera nervioso o acaso no os produce a vosotros nerviosismo escuchar: hoy no puedo quedar, tengo ensayo. Para mí es una alegría, pues esta simple frase significa, nos traslada a infinidad de momentos y sentimientos.

Hoy no puedo, tengo ensayo. Es el momento de volver a revivir momentos y emociones. Es el momento de volver a disfrutar de las cosas sencillas, que no se pueden comprar con dineros. Es el momento de amar a Dios y de volver a soñar con una nueva Semana Santa, esa que nos vuelve locos y por la cual, vivimos y morimos.