Poco podía imaginar el Consejo, cuyos miembros habían ideado un fin de semana protagonizado por las hermandades letíficas, que las jornadas de puertas abiertas acabarían siendo todo lo contrario a lo que en un principio ideó. El 21 de mayo anunciaba a través de sus redes sociales que 39 hermandades participarían y que 15 de ellas lo harían con sus imágenes en veneración solemne. De las participantes, poco más de un 38% en «besamanos».
Ni se vieron colas ni hizo falta la presencia de hermanos para que se respetara en todo momento el acceso. Tampoco se disfrutó de imponentes altares que a excepción del montado por la Pastora de Triana no gozaron de originalidad. Precisamente Santa Ana se convirtió en un interesante epicentro con Madre de Dios del Rosario, el Carmen y la Divina Pastora que, en su capilla, ha ofrecido la estampa por la que serán recordadas tales jornadas. Sobre un imponente risco, la titular aparecía acompañada por el Divino Infante, recreando un monte que deja tras de sí horas de trabajo que es lo que hemos echado en falta en otros templos. También destacó el montaje en la capilla de la calle Amparo, donde coincidieron las jornadas con el jubileo circular de las cuarenta horas. En San Roque gustó la disposición de la Virgen de la Sierra y en San Julián la Virgen portaba la medalla y llaves de la ciudad, así como el bastón de alcaldesa. Por San Bartolomé brilló la Virgen de la Alegría.
Jubileo de las XL horas en Santa Marina. Foto: Hermandad
Caso aparte merece el escenario en el que se ha presentado la Virgen del Rosario de San Vicente. Una de las grandes imágenes del universo de las glorias que en cualquier besamanos se presenta ante los fieles mejor que en esta ocasión, con la disposición de un manto protagonizando instantáneas que pronto se volvieron virales.
La acogida, que no ha sido la esperada, es un jarro de agua fría para el Consejo, que ve cómo una de las propuestas para el presente curso no ha obtenido el respaldo suficiente. El más que buen tiempo no propició que el público se echara a las calles e incluso se fletaron autobuses desde distintas ciudades para conocer la riqueza de las glorias, sin cuyos viajeros el análisis habría sido peor.
Suceden las jornadas en una semana donde conocíamos el anuncio de la candidatura de José Félix Romero, quien fuera hermano mayor de la Soledad de San Buenaventura de 2004 a 2013, un año antes de las elecciones al Consejo y cuando tenemos conocimiento de las palabras de Juan Carlos Cabrera en la tertulia «El Observatorio», en un famoso restaurante, afirmando que no se ha abordado cómo será la Semana Santa del próximo año. Todavía esperan en el Ayuntamiento que se inicien las conversaciones. Tal fue el revuelo que el mismo día la Sevilla cofradiera se apresuraba a preguntarse dónde está el Consejo y a qué espera para resolver los problemas que acarrean varias jornadas. ¿Acaso no ha tenido tiempo?