Antonio Villar realizará los hábitos
Hace ya tiempo que el escultor cordobés José Antonio Cabello ha incorporado su nombre entre el elenco de los artistas más reconocidos del panorama de la imaginería contemporánea. Su creciente prestigio le ha servido de adalid para atravesar la frontera de ser considerado una importante figura emergente a consolidarse como una insultante realidad, en base a la creatividad que emana de su gubia y a la calidad que destila cada una de las obras que acomete. Es por ello que, cada vez más, se baraja su nombre para abordar proyectos de envergadura, como el que acaba de ser confirmado.
Y es que el propio artista acaba de anunciar que ha sido el adjudicatario de la restauraciones de tres imágenes, del antiguo convento de la Merced, actual sede de la Diputación Provincial de Córdoba. Estas imágenes han sido licitadas a través de la plataforma de licitaciones del Estado, quedando su estudio de imaginería con la mayor puntuación. Las imágenes a restaurar son: San Blas, San Juan Evangelista y San Pedro de Alcántara. Se trata de tres imágenes pensadas para vestir comprendidas entre los siglos XVII y XVIII. De hecho, la adjudicación contempla también la realización de los hábitos para las imágenes que serán realizados por el bordador cordobés Antonio Villar Moreno. Unos trabajos que tienen un importe estimado de 27.414,80 euros, según consta en la adjudicación.
Cabello, que estudió en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurría, donde se graduó en Artes Aplicadas en 1999, desarrolla su labor en su taller junto al Convento de Puerta Nueva con notable éxito e innegable proyección que se materializa en su últimos encargos y en un modo personal e intransferible de entender la imaginería que se traduce en cada una de sus obras. Es autor de importantes obras que cuajan la geografía cofrade, como Nuestra Señora de la Salud y Traspaso, titular de la pro-hermandad del Traslado al Sepulcro de Córdoba, la Estrella de Alcalá la Real o la Caridad de Cabra, en lo que a imágenes marianas se refiere, o el Resucitado de Luque, el Señor Resucitado que recibe culto en la Parroquia de San Juan Bautista de la localidad cordobesa de Almedinilla, entre otras imágenes cristíferas emanadas de su incuestionable capacidad artística.