La caída de los gigantes

Me encontraba el otro día debatiendo con unos amigos sobre la proliferación de las páginas webs cofrades, entre otros temas de diversa índole. No es de extrañar que un producto tan demandado por un sector de la población haya provocado el crecimiento de blogs y demás páginas que ofrecen información relativa a nuestras hermandades y cofradías. Mientras que hace aproximadamente un lustro el top de los sites que se disputaban los primeros puestos de los más visitados permanecía inamovible durante meses, hoy en día podemos afirmar que este panorama es más volátil que nunca.

Con la aparición de internet la democratización de los medios es uno de los logros más trascendentales que han podido palparse con el paso del tiempo. La experimentación sufrida en el ámbito del mundo cofradiero ha ocasionado un auténtico boom donde páginas más veteranas se enfrentan a nuevos competidores que, en ocasiones, suelen ser bastante difíciles de batir. Aunque el usuario de a pie prefiere informarse de los contenidos a través de aquellos sitios que cuentan con un alto número de credibilidad, algo que algunos relacionan con el hecho de que estos lugares están respaldados por una conocida empresa o la relación de los que escriben con los que ocupan los puestos más destacables dentro de las corporaciones, no resulta este ser un gran inconveniente para desviar la mirada hacia otros espacios especializados en la citada información.

Entre las características comunes que comparten los internautas cofrades y aquellos que digieren otro tipo de información se encuentran factores tan considerables como la inmediatez. Mientras que algunas de las páginas más conocidas vuelcan su contenido en una franja horaria determinada, otras optan por colgarlo a lo largo del día, lo que provoca que, por ejemplo, las últimas salidas procesionales se encuentren disponibles poco después de haberse producido. Además, si antes era difícil contar con un equipo fotográfico y de grabación, ahora el acceso a este tipo de herramientas se encuentra más alcance que nunca, lo que se traduce en una importante mejora en el campo audiovisual, por lo que el producto se presenta más atractivo para el visitante. Por otra parte y, aunque no es indicativo de calidad, también el internauta se interesa más por aquellas páginas que cuentan con un importante número de seguidores en redes sociales, principalmente en Facebook o Twitter, aunque este número pueda engrosarse con varias aplicaciones.

Algunos sites han caído en el ranking porque sus propietarios no han sabido adaptarse a las nuevas corrientes tecnológicas, otros lo han hecho por un mal uso de las redes sociales, no sabiendo administrar los contenidos, cansando al usuario con incesante información o directamente no actualizando estos perfiles. Un indicativo de ello, más que observable, lo encontramos en la pasada cuaresma. Mientras que muchos espacios logran sus cotas máximas de visitas durante este período, en medio de este inestable ciberespacio, surgen otros competidores que poco a poco intentan hacerse un hueco en el difícil mercado, aprovechando el gran número de noticias de este tiempo. La inserción de una radio online o de revistas en formato PDF es alguna de las ideas que, bien implementadas, ofrecen nuevos y distintos servicios. Otras ya optaron por redes sociales propias, con miles de seguidores de los cuales un nutrido grupo no hace acto de presencia desde bastante tiempo.

Algunos intentan recobrar el liderazgo que les caracterizó antaño, otros explotan hasta la saciedad el tema de la madrugada cayendo en un amarillismo más propio de programas del corazón, los hay que se esmeran con informaciones más que contrastadas o los que recogen la información de otros espacios y la muestran tal y como estaba en aquel sitio. Sea como fuere, el usuario es quien tiene la última palabra.