Sevilla

La Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Écija obliga a retirar la decoración ornamental de la fachada del taller de Jesús Rosado

La Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Écija pretende obligar, bajo amenaza de multa, al taller del bordador astigitano Jesús Rosado a retirar la magnífica decoración ornamental y el retablo público con la imagen de la patrona de la ciudad, la Virgen del Valle, que adorna su fachada. Una multa que se sitúa en una franja que oscila entre 600 y 6.000 euros.

Según alega el documento remitido a Rosado, suscrito por Sergio Gómez, delegado de Urbanismo, Desarrollo Socioeconómico y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Écija y candidato por el PSOE a la alcaldía de la localidad en las próximas elecciones municipales la decoración se encuentra fuera de la normativa vigente motivo por el cual exige al taller que deje la fachada completamente blanca.

Rosado, que ha adelantado que no tiene la menor intención de quitar la decoración, ha explicado que la fachada la comenzó a decorar hace ahora un año. Una decoración que aún no está acabada. El bordador ha indicado que en Écija las casas gremiales están decoradas, por lo que quiso reflejar en la fachada del taller, situado a extramuros de la ciudad primitiva, es decir fuera de la Écija amurallada, lo que se hace dentro.

Un retablo público con la patrona, obra de otro ecijano Amadeo Rojas, y el retablo de Francis Rosado, hermano de Jesús, un ebanista artesano. “Un homenaje a la mujer que trabaja aquí por su profesionalidad y dedicación, para reflejar la igualdad de las personas ante los ojos de Dios en una balanza donde hombre y mujer son iguales para el creador y desde su alfa hasta su omega”, ha subrayado el bordador.

La decoración incluye cartelas con ángeles con alegorías a la Virgen y a la ciudad: Astigi Civita Solís vocabitur una. Conviene subrayar que esta casa era antes un supermercado y tenía un cartel azul y rojo, colores corporativos de una cadena que, al parecer, no suponían problema alguno para la Comisión de Patrimonio.

“Yo en algunos ratos voy intentando terminar lo comenzado. Ahora estoy dispuesto a seguir y el retablo no lo voy a quitar de ninguna manera”, ha incidido, añadiendo que “en Écija se ha atentado contra el patrimonio de todos y no pasa nada y se fijan con un celo desmedido en las actuaciones sobre edificaciones privadas”. “Écija tiene muchos retablos públicos, uno más no creo que sea un atentado”, ha dicho Rosado.

El bordador ha indicado que “si bien es cierto que la decoración no estaba registrada, no pensé que fuera un problema ya que la calle Zamorano no es una calle principal del casco ni concurrida por turistas, es una calle más bien secundaria”. Además ha declarado que “yo pedí permiso y licencia para restaurar la fachada pero al parecer al año de ello me obligan a quitarlo o pagar una multa”. Llama la atención que no se hayan dado cuenta hasta ahora.

Finalmente, ahondando en el sinsentido de esta absurda situación Rosado ha explicado a Gente de Paz que “de la fachada quitamos mil cables que hemos llevado por una canaleta interna desmontable para que no se aprecien aunque en la parte alta el trenzado no pudimos canalizarlo pues no dan permiso”. Un celo que, curiosamente, el ayuntamiento de Écija no parece tener con otros inmuebles adornados de manera mucho más llamativa como la sede social del partido que gobierna la ciudad.