Portada, Sevilla

La crónica | De la Gloria Pastoreña al Dolor de María

Hasta tres Imágenes de la Madre del Buen Pastor han protagonizado dos días plagados de citas cofrades

El tercer fin de semana de septiembre ha dejado imágenes irrepetibles en la capital del Guadalquivir, donde se han intercalado en menos de 48 horas veneraciones, rosarios y procesiones.

Y es que desde Triana hasta Padre Pío y Alcosa pasando por el centro se ha disfrutado de la presencia de la Virgen tanto en cultos internos como en las calles de sus respectivas feligresía.

Un ejemplo de ellos han sido las salidas procesiones de tres Imágenes iconográficas de la Divina Pastora en tres de los enclaves más señeros de la ciudad: Triana, San Pedro y Padre Pío.

El arrabal se llenaba de alegría, gozo y fervor en la tarde del sábado con una de sus devociones Marianas más queridas: La Divina Pastora de Triana. La Madre del Buen Pastor salía desde la Parroquia de Santa Ana a las 19:30 llenando de ilusiones renovadas a sus vecinos Trianeros, y dejando estampas muy emotivas a su paso por Antillano Campos, la Capilla de la Estrella o la calle Pureza donde presentó sus respetos ante el Señor de las Tres Caídas en ausencia de la Esperanza.

Padre Pío también disfrutó de una tarde de sábado memorable junto a la Virgen en esta representación campestre, demostrando una devoción que va calando año tras año entre un barrio entregado a la Reina de sus desvelos.

La tercera de las grandes citas pastoreñas ha llegado en esta jornada dominical, ya que pasadas las 18:45 horas cruzaba el dintel del antiguo Hospital de San Bernardo la Pastora de Santa Marina, la cual lucía para la ocasión manto celeste bordado en oro; y reunía a cientos de devotos durante el icónico recorrido que ha recuperado el trazado original, llegando hasta San Marcos para regresar por vías tan emblemáticas como Divina Pastora o Montesión con la presencia incluso de la lluvia de forma puntual.

Y junto a todo ello, Nuestra Señora de la Luz añadía la nota nostálgica y clásica a la tarde del sábado en San Esteban, impregnando de dulzura no solo a los presentes sino incluso a las Monjitas del Convento de Santa María de Jesús que con tanta expectación y anhelo aguardaban la visita anual de Titular Letífica.

Este escenario temporal daba paso igualmente a los característicos rosarios, celebrados de manera vespertina con la presencia de la Virgen de los Desamparados por el Parque Alcosa en la jornada de ayer; y de María Santísima de las Tristezas de la Vera Cruz, que fiel a su cita con las Madres Capuchinas visitó el Convento de Santa Rosalía en la mañana del domingo.

Finalmente, las veneraciones también han dejado momentos muy especiales, resaltando las exposiciones a los fieles de la Virgen de la Merced de Pasión, elegantísimamente vestida por José Antonio Grande de León; y Nuestra Señora de la Soledad de la Parroquia de San Ildefonso, una joya escultórica gubiada por el maestro Juan de Astorga.

Ha sido en conclusión un fin de semana radiante para nuestras hermandades, que han vuelto a llenar de público los rincones de la geografía sevillana, evangelizando y tocando el corazón de infinidad de paisanos y visitantes.