El delicado conjunto de la Virgen y el Niño recorrieron el Arenal y la Catedral el pasado sábado
La tarde-noche del pasado sábado será recordada por los cofrades no solo por la apoteósica salida extraordinaria de la Virgen de las Aguas, sino también por la procesión de una de las Glorias con más regusto y solera, la Virgen del Rosario de la céntrica Capilla del Dos de Mayo.
Pasaban las 18:00 horas cuando la Titular Letífica cruzaba dintel de la iglesia sobre su exquisito paso neobarroco dorado de dimensiones reducidas, adaptado a la
El exorno floral elegido para esta ineludible cita anual se componía de nardos, rosas, dendrobium, hipericum y solidago blanco.
Y como cenit de belleza y armonía, el acompañamiento musical corría a cargo de la gaditana Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Rosario Coronada en la Cruz Alzada; y de la Municipal de Mairena del Alcor tras las andas.
La Señora visitaba en la primera etapa de la esperada salida las Capillas de la Carretería y el Baratillo, transitando por algunas de las calles más hermosas del Arenal.
Tras ello, la Santísima Virgen buscaba la calle Alemanes para bordear la Santa Iglesia Catedral, entrando por la Puerta de los Palos y acercándose a la Capilla Real para saludar a la Patrona y bienhechora de la ciudad, Nuestra Señora de los Reyes. Éste fue sin duda uno de los instantes más emotivos de la jornada.
Finalmente, la Imagen Mariana retornada a su templo por la Plaza del Triunfo y el Postigo, llegando a su sede canónica en torno a las 22:30 horas, poniendo punto final al maravilloso reencuentro con los fieles y devotos en la feligresía.