A pulso aliviao, Opinión, Portada, Sevilla

La Patrona marca los tiempos

Sorpresa total. Noticia del día, del mes y diría hasta del año. Contra todo pronóstico, la Virgen de los Reyes saldrá el 7 de diciembre en procesión extraordinaria.

Y lee bien, contra todo pronóstico, pues Sevilla entera esperaba este anuncio aproximadamente en el mes de julio, de cara al 15 de agosto, Festividad de la Asunción de la Virgen, jornada en la que anualmente procesiona la Patrona de la Archidiócesis.

La decisión llega con retraso, eso es evidente. Pocos cofrades dudaban que debía ser la Virgen de los Reyes quien abriera los desfiles procesionales en Sevilla tras la pandemia que hemos vivido en todo el mundo.

Tal vez por ello esta salida extraordinaria alude al 350 aniversario de la Canonización del Rey San Fernando, y su recorrido se ampliará hasta el monumento del patrón de la ciudad en la Plaza Nueva.

Es una buena razón para salir, sin duda, pero los sevillanos anhelaban una salida extraordinaria de la Patrona tras dos años en blanco y las circunstancias sanitarias que hemos padecido.

¿Se ha querido matar dos pájaros de un tiro? Probablemente. El Cabildo Catedral y el Arzobispado han aprobado la procesión de la Virgen en el año de la enfeméride del Rey Santo; y al mismo tiempo han regalado a la ciudad una salida vespertina de la Patrona en el año más propicio.

Cualquier evento especial posterior a esta celebración, no obstante, está condenado a un discreto segundo plano. Exceptuando, claro está, la salida de una Imagen de gran devoción en Sevilla e incluso fuera de nuestras fronteras; o, por qué no decirlo, la realización de una Magna.

No son nada más que hipótesis y escenarios plausibles, pero es cierto que en las últimas jornadas en determinados espacios cofrades se habla de una procesión de Acción de Gracias por el fin de la pandemia.

¿Podría darse acaso una procesión de Acción de Gracias mejor que la salida de la Patrona de la Archidiócesis?

Sea como fueren los acontecimientos, la Virgen de los Reyes marca una vez más los tiempos en una Sevilla ansiosa de verla en la calle, una estampa que Dios Mediante viviremos en menos de dos meses.