La salida procesional de Nuestra Señora de los Dolores y del Rayo de Córdoba acompañada por los magníficos sones de la Banda de Música La Estrella de la propia ciudad califal ya se ha convertido en un clásico y en una cita imprescindible para los cofrades y devotos de la capital cordobesa, y más especialmente para los vecinos de la barriada del Campo de Verdad, que cada tercer fin de semana de septiembre esperan ese encuentro glorioso con la Madre de Dios. El brillante binomio entre la hermandad y la banda cordobesa resulta imprescindible en ese mes, el de septiembre, que marca el comienzo del curso cofrade.
Sin duda ha resultado un acierto la decisión tomada por la Hermandad del Descendimiento en modificar el día de salida al Domingo (acostumbraba a salir en sábados los años anteriores), así como la modificación producida en su recorrido, pudiéndose apreciar una magnífica estampa ofrecida por el inigualable escenario que ofrece la torre de la Calahorra, el Puente Romano y la Mezquita-Catedral al fondo, recorrido que animó también a numerosos curiosos y viajeros que visitaban nuestra ciudad.

Con su inconfundible maestría y buen hacer, La Banda de Música La Estrella fue nuevamente la encargada de poner los sones al caminar de la imagen, tallada en el siglo XVII y que restaurara en el año 1984 el imaginero Juan Ventura. A pesar de la incertidumbre meteorológica que marcó la lluvia caída durante toda la mañana y buena parte de la tarde, los acordes de “Virgen del Socorro”, compuestos por Enrique Báez, dieron comienzo en la salida, aún con la luz de la tarde, y le siguieron jubilosas y alegres composiciones; “Como Tú Ninguna”, “Esperanza de Triana Coronada” y “Reina de la O”, que acompañaron a la imagen hasta la calle que lleva su nombre. Marchas clásicas como “Macarena” (de Cebrián), “Rocío”, “Hiniesta Coronada” y “Virgen de la Paz” se hicieron escuchar mientras la luz de la tarde aún alumbraba el cortejo procesional.
Con la caída de sol y la llegada de la noche, Nuestra señora de los Dolores y del Rayo se adentraba en la Bajada del Puente y Calle del Santo Cristo, donde la intimidad del barrio del Campo de la Verdad tomaba protagonismo, a los sones de “La Sangre y la Gloria” y “Virgen de la Victoria”. Era palpable la profundidad sonora y el excelente trabajo el demostrado en cada uno de los acordes interpretados por la Banda de La Estrella, convertida sin duda, y por derecho propio, en una de las grandes referencias musicales dentro del panorama cofrade, plenamente consagrada en la ciudad de San Rafael.
La Virgen fue recibida, con extraordinaria puntualidad, a las puertas de su templo por un gran número de vecinos y devotos que cumplieron con aplausos a los sones de “La Estrella Sublime”, “Pasan los Campanilleros” y “Siempre la Esperanza”, esperando la venida de un nuevo mes de septiembre para volverse a encontrar a las puertas de la parroquia de San José y Espíritu Santo con la Madre de Dios.