Las vicisitudes que tendrá que afrontar la nueva junta de gobierno de la Cofradía del Abuelo

Rosa Garrido ha conseguido uno de los hitos más importantes de cuántos se han producido en los últimos años en el orbe cofrade de la capital jienense, que no es otro que convertirse en la primera mujer que encabeza una Corporación penitencial tan señera como es la de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Las elecciones a la Cofradía más destacada de la ciudad de Jaén han desvelado la disposición de los hermanos de proseguir con una línea continuista de trabajo, la cual contrasta con la visión del contrincante, Francisco Carrillo, que, en este caso, pretendía llevar a cabo una revolución que mejoraran los frutos cosechados por anteriores dirigentes.

Así pues, Garrido y su terna tendrán que enfrentar muchos obstáculos que a lo largo de legislaturas previas han ido apareciendo y que han acuciado el devenir de la corporación.

Uno de los puntos más comprometidos de la Hermandad de la Madrugada jiennense ha sido la pérdida constante de hermanos considerado como un mal endémico, quizá por la situación de despoblación que vive el territorio jiennense o por la secularización incipiente de la sociedad que ha devenido en una bajada considerable de la devoción a muchas de las imágenes titulares de la Semana Santa jienense, que se ha traducido en una bajada de integrantes en el cortejo procesional.

Un descenso de hermanos que también ha afectado al descenso del número de portadores y promitentes que ya dejó en el camino a la figura de San Juan Evangelista años atrás. Así pues, en torno a esto, Garrido dispone la necesidad de estudiar la ampliación de la edad de jubilación de los promitentes del paso de Jesús Nazareno, así como la reducción de los años que necesarios que los promitentes tendrán que pasar bajo el paso de la Virgen de los Dolores para poder portar al Señor durante la Madrugá o a través de intervenciones que alivien el peso del paso de palio.

El apoyo a la figura de la mujer también acotará una de las vicisitudes que deberán tratar la propia Cofradía, así como el incipiente interés en portar la imagen de Nuestro Padre Jesús. Un asunto a la orden del día de muchas hermandades, las cuales han reconocido la importancia de la figura femenina y la necesidad de ofrecerle un hueco en cada parte del esqueleto que integra el sistema de funcionamiento de nuestras hermandades.

Otro de los ejes importantes será el fortalecimiento del área de caridad a través de las diferentes campañas de recogida de alimentos y el acompañamiento a los mayores mediante la efectuación de visitas a los centros residenciales. Asimismo, la Cofradía deberá hacer frente a la situación precaria de muchas familias de la ciudad y la necesidad de colaborar con las diferentes ONGs que componen el aparato social de la capital.

De otra manera, la terna de Garrido tendrá que trabajar el engrandecimiento de los cultos y la potenciación de la devoción a la Santa Imagen de la Virgen, San Juan y la Verónica así como en la recuperación del tradicional besapié a Nuestro Padre Jesús como acontecimiento principal aglutinador de fe en la capital del Santo Reino.

El fortalecimiento de la juventud y preservar el relevo generacional deberá ser otro aspecto a tratar a través de la formación cristiana, en preservación del patrimonio y en aspectos importantes de la Cofradía como son el cuerpo de acólitos, nazarenos, fabricanos y un largo etcétera.

La atención a los hermanos y una mejor organización de la procesión cierran el análisis de las vicisitudes y objetivos que la nueva junta de gobierno de Nuestro Padre Jesús Nazareno deberá confrontar en los próximos años en una Cofradía señera e instaurada en la tradición que requiere el desempeño de un trabajo arduo y de mano izquierda para sortear los obstáculos que de buen seguro aparecerán en el camino.