Las piezas se atribuyen a Pedro Roldán
El próximo Sábado Santo el paso del Santísimo Cristo de la Conversión del Buen Ladrón acudirá al primer templo de la ciudad ofreciendo al espectador la posibilidad de admirar los ángeles que, según diversas fuentes, se atribuyen a Pedro Roldán. Piezas realizadas en madera de cedro, con las alas y las peanas de pino, que acabaron siendo adquiridas por la corporación de las Necesidades de Cabra y que pudieron ser admiradas en la exposición «In nomine Dei» que acogió la Fundación Cajasol durante la Cuaresma de 2021.
Tras el cabildo de la corporación egabrense, donde se aprobó la cesión de los ángeles, solo queda esperar para asistir a la contemplación de una estampa que fue observada por última vez en 1943. Según el libro de actas de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Necesidades, fueron adquiridos «por un importe de 15.000 pesetas más 4.743 que importaron los gastos de embalaje y traslado».

Actualmente los ángeles forman parte del paso del Señor de las Necesidades, de Cabra, siendo unas de las piezas escultóricas ornamentales más destacadas de la Semana Santa de la citada localidad. Cuatro esbeltas figuras que, según palabras del restaurador egabrense Salvador Guzmán Moral «no sería desatinado pensar que pudieran ser los originales de Pedro Roldán, reparados profundamente y repolicromados posteriormente por Gutiérrez Reyes-Cano en 1900, hasta el punto de que se le adjudicara su autoría». El historiador José Roda Peña argumenta que la hermandad de Montserrat procesionó en 1851 un nuevo paso de misterio «de sugestivo sabor romántico», al que más tarde se le añadirían ángeles mancebos que portan en las esquinas atributos pasionistas «tallados en 1900 por el ecléctico escultor decimonónico Manuel Gutiérrez Reyes y Cano (1845-1915), siendo vendidos a la Hermandad del Nazareno de Cabra en 1944». Incluso El Noticiero Sevillano, en su edición del 29 de marzo de 1900 recogió que Montserrat estrenó unos ángeles de Manuel Gutiérrez Reyes y que vinieron a sustituir a los anteriores.

Sin embargo, la investigadora americana Verdi Wesbter, especialista de la obra de Pedro Roldán, sostiene que salieron de la gubia de Pedro Roldán, por lo que su hechura se situaría en el siglo XVII. En la conocida litografía de M. Grima, por ejemplo, que se fecha entre 1886 y 1887, se observa la presencia de estos ángeles pasionarios, por lo que su ejecución sería anterior. A este debate arroja luz la restauración llevada a cabo por Salvador Guzmán Moral efectuada entre 1996 y 1997. Entre otras labores, una profunda limpieza que arrojó interesantes resultados. Fueron encontrados restos de oro de un dorado primitivo, principalmente en el pelo de los ángeles y debajo del empastado aparejo que cubre algunas de las zonas de la encarnadura en los brazos y las manos. En un inventario realizado por la corporación del Viernes Santo hispalense fechado el 12 de abril de 1701, se recoge: «Ytten. en dicho Retablo seis Angeles de bulto dorados con sus tarjetas y escudos – roto- hechura de Roldan escultor… […] dos cañones de bronce plateados que siruen a los dos Angeles que se pone en emdio del paso cuando hace la estación y los seraphines de las tarjetas y todo lo que pertenece a la vrna es de Roldan…». Un paso donde procesionó el Santísimo Cristo de la Conversión del Buen Ladrón, detallado en un inventario que no dista en demasía del año en el que se realizó, allá por 1677. Es de suponer que la autoría de Roldán se impone a pesar de no haberse encontrado documentos originales que acrediten el encargo por parte de la corporación al afamado escultor.
El espaldarazo definitivo llega cuando en 2021 Salvador Guzmán afirma que la comisión artística de la exposición “In Nomine Dei” y su comisario, Antonio Garduño, refrendan la atribución de los ángeles pasionarios del paso del Cristo de las Necesidades de Cabra a Pedro Roldán (1624-1699), considerado el más destacado escultor de la escuela sevillana en la segunda mitad del siglo XVII.

La venta del paso
En 1943 la hermandad decide vender el paso para hacer uno nuevo fijando la cantidad de diez mil pesetas para la venta del antiguo paso del Señor «sin los ángeles». A pesar de que se habían interesado corporaciones de Sevilla, Écija, Jerez y Granada ninguna accedió, entre otras cuestiones debido a las dimensiones. Finalmente, el precio subió de diez mil pesetas a quince mil, vendiéndose «a una hermandad de la Ciudad de Cabra, señalándole el precio de quince mil completo», incluyendo los ángeles. Y, aunque no consta qué hermandad lo adquirió, sí se sabe con certeza al consultar los archivos de las Necesidades. El 30 de abril de 1944 el mayordomo indica «la existencia en Sevilla de un trono en venta; dispuso que una comisión compuesta pro el citado Sr. llevara a cabo las gestiones necesarias para proceder a la adquisición de dicho paso. Tras varios viajes y muy laboriosas gestiones, consiguieron adquirir esta magnífica joya perteneciente hasta entonces a la Real Cofradía del Stmo. Cristo de la Conversión del Buen Ladrón y Ntra. Sra. de Montserrat». Desde entonces, los ángeles que volaron desde Sevilla hasta Cabra se posan en el paso del Nazareno cada Miércoles Santo.
