Desde la pieza celeste de la Coronación a la salmón que lucirá este 15 de agosto, conforman el selecto ajuar de la Patrona
Agosto ha desplegado sus velas en las aguas de las abarrotadas playas de las costa andaluza, pero también en su calurosa capital.
Sevilla abre la puerta al mes de la Mediadora y Patrona de su Archidiócesis, la Virgen de los Reyes.
La Imagen Fernandina recorrerá las calles el próximo 15 de agosto ataviada con el manto salmón, una preciosa obra textil que intercala con los otros cuatro que anualmente viste en esa cita ineludible.
En las siguientes líneas ofrecemos a nuestros lectores un recorrido histórico-artístico por cada una de esas joyas del bordado forman parte del ajuar más personal de la Bendita Imagen.

Manto de la Coronación
Se trata de una pieza donada por la Condesa de Casa Galindo, y ejecutada en los talleres de Olmo y diseñado por Herminia Álvarez Udell.
Tal y como describe el propio Cabildo Caredral, es una de las grandes joyas del bordado en el siglo XX; siendo realizada en hilo de plata sobre tisú celeste.
Constituye uno de los mantos de mayores dimensiones del amplio ajuar que posee Nuestra Señora de los Reyes, debido a los ricos dibujos que provoca el estilo «regio» de la pieza.
Esta maravilla fue restaurada por última vez en 2004 por el taller de sucesores de Elena Caro.

Manto Rojo
Es un elemento textil bordado en oro sobre soporte rojo, donado a la Virgen por la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, duquesa de Montpensier.
Es una obra realizada en el siglo XIX, de estilo barroco, conteniendo flores y una guardilla.
La donante, María Luisa Fernanda de Borbón, fue la segunda y última hija del Rey Fernando VII y de su esposa, María Cristina de Borbón – Dos Sicilias. La Duquesa regaló el manto en agradecimiento del buen resultado en el complicado parto que sufrió con su hija Amalia.
En el año 1981 se restauró por última vez en el taller de Esperanza Elena Caro.

Manto Verde
Se trata de una de las piezas más antiguas que cuantas posee la Imagen, fechándose en 1853.
Donada por la Reina Isabel II, fue bordada con hilo de oro sobre terciopelo verde; y confeccionada por las hermanas mallorquinas Margarita y Rosa Gilart Jiménez, bordadoras de cámara de la monarca del siglo XIX.

Manto blanco
Es otro de los extraordinarios elementos textiles que viste la Patrona de la Archidiócesis en sus cultos, utilizado por última vez en la procesión de 2018.
Este manto fue también donado por Isabel II en 1884, y entregado por los duques de Montpensier a los Capellanes Reales.
La pieza se conoce con el sobrenombre de «castillos y leones», pues en el bordado se dibujan estos símbolos tan vinculados a la corona.

Manto Salmón
Esta pieza será, como se indicaba en líneas superiores, la que luzca la Virgen el lunes 15 de agosto, durante su procesión anual tras dos años sin poder celebrarse en las calles sevillanas.
El manto salmón, como narra el Cabildo Catedral, está bordado en oro y sedas de colores por las Hermanas de la Cruz, que son también las encargadas de vestir a la patrona de Sevilla.
Fue un elemento donado en 1929 por la Duquesa de Osuna y se estrenó en el Congreso Mariano de ese mismo año.