La hermandad de la Esperanza vive ya las últimas horas antes de que su titular mariana sea coronada por el arzobispo de Granada este próximo sábado. El día de la Hispanidad estuvo marcado en Granada de verde Esperanza, con el traslado en esta jornada festiva de la dolorosa que gubiara José Risueño hace trescientos años.
Pasaba el reloj de las 9:30 horas cuando Plaza Nueva se postraba ante los pies de la Niña de Santa Ana, que era precedida por más de medio centenar de representaciones de hermandades de penitencia y gloria de la capital nazarí. También quisieron formar parte de este cortejo juntas de gobierno cuyas dolorosas comparten la misma advocación, llegadas desde puntos cercanos como Jaén o Málaga.
Durante el recorrido una importante presencia de cofrades que ya aparecían minutos antes rondando las inmediaciones del templo. Una vez en la calle, la imagen recorrió Plaza Nueva, Gran Vía, San Juan de Dios, Plaza de la Universidad y entró en el templo catedralicio dejando estampas para el recuerdo. Fue el caso de su paso por la basílica de San Juan de Dios, a la que llegó con los sones de “Madre de los Gitanos Coronada”, de Abel Moreno o su llegada ante la iglesia de los Santos Justo y Pastor, donde Nuestra Señora de los Remedios, de la hermandad de los Estudiantes, vestida con un manto color verde, esperaba a las puertas para encontrarse con la que fuera la antigua titular de la hermandad del Santo Entierro.
El centro histórico se encontraba engalanado y, a la llegada de la Virgen de la Esperanza a la Plaza de las Pasiegas, el sol comenzaba a apretar con fuerza. Una vez en el interior del templo catedralicio, la imagen era colocada ante el altar de la coronación en un fin de semana que marcará un antes y un después en la historia de esta corporación.