Sevilla

Nazarenas… ¿Igualdad, historia o derecho?

Los Estudiantes desgranan en un formidable artículo la evolución de la mujer en las cofradías y en la propia corporación

Hace casi dos décadas de un hecho que cambió la historia de la Hermandad de los Estudiantes: La incorporación de las mujeres al cortejo de nazarenos en la Estación de Penitencia.

Fue una medida valiente y polémica que ayudó a normalizar una realidad latente hoy en las cofradías sevillanas desde que a principios de la pasada década el entonces arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, decretara la inclusión de la mujer nazarena en todas las corporaciones hispalenses.

Coincidiendo con este simbólico momento que se conmemorará en 2024, la corporación del Martes Santo ha elaborado un interesantísimo artículo sobre la llegada de las mujeres a las filas de nazarenos y su propio papel en las hermandades, que no sólo ha sido fundamental sino también prolongándose varios siglos en el tiempo.

Así, el texto de Los Estudiantes remite a González de León, quien describí que “más de setecientas personas formaban parte del cortejo de la hermandad de Jesús Nazareno a comienzos del siglo XVII. Tras la Santa Cruz en Jerusalén, ‘seguía el cuerpo de mujeres, hermanas y devotas, con velas de media libra de cera, encendidas, cuyo número no bajaba de trescientas'”.

Junto a ello expone el artículo que a pesar de la documentación encontrada en la Hermandad del Silencio o en el libro de reglas de la Vera Cruz, la labor de las mujeres estaba limitada y en algunos casos hasta prohibida (como ocurriría con la Estación de Penitencia) hasta el último cuarto del siglo XX.

Sería la Hermandad de la Vera Cruz, confirma el artículo, la primera cofradía en la que saldrían las mujeres de forma reconocida en 1987. Y desde entonces se irían sumando corporaciones poco a poco hasta nuestros días.

Las nuevas normas diocesanas dispuestas por el entonces arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo, indican que la mujer puede tener voz y voto en los cabildos de hermanos así como formar parte de las juntas de gobierno, pero no aborda el tema de la Estación de Penitencia, dejándolo en manos de cada corporación.

Pero sería en 2001 cuando la Hermandad de los Estudiantes plantea esta posibilidad tras la solicitud de una hermana para expedir su papeleta de nazareno, algo que no podía suceder en ese momento porque no se contemplaba en las reglas.

Este caso llega al arzobispado y después a un Cabildo Extraordinario, en el que se aprueba que la modificación de este punto en las nuevas reglas, las cuales a su vez se votan en 2003, saliendo resultado favorable en ambos casos.

Así narra el artículo la aprobación definitiva: “Sometido el proyecto de nuevas Reglas a la aprobación del Cabildo General, éste se celebró el 12 de diciembre de 2003, en el que se presentó una enmienda al proyecto de la Junta de Gobierno en relación con dicho tema que tras ser defendida, pasó a votarse siendo la misma rechazada, siendo los votos a favor del proyecto de la Junta, de 140, con 56 en contra y 4 abstenciones, por lo que aprobado definitivamente el proyecto de nuevas Reglas la prohibición existente hasta entonces a las hermanas de participar en la Estación de Penitencia desaparecería para siempre”.

Se trata por ello de un recuerdo histórico único que se puede leer al completo en el siguiente enlace de la cofradía del Martes Santo:

Los documentos gráficos y las informaciones que ilustran el artículo, constituyen un análisis minucioso y clarificante de una etapa compleja de las cofradías sevillanas.

Hoy, aunque queda mucho camino por recorrer, se puede hablar de la total integración de la mujer en los cortejos de nazarenos, un derecho que jamás debió ser restringido a las hermanas que, igual que los hermanos, ponían y siguen poniendo su grano de arena a la Semana Santa.