El comienzo del curso cofrade en Córdoba, en lo que al mundo del costal se refiere, está siendo extraordinariamente agitado. Al relevo en los martillos del paso de palio de la Virgen del Buen Fin, del paso de palio de la Paz y Esperanza del paso de palio de la Virgen del Rosario, del paso de misterio del Señor Resucitado, del paso de palio de la Virgen de la Encarnación y el presumible relevo en el paso de palio de la Virgen de la Concepción y del paso de la Virgen de los Dolores se unirá un nuevo cambio en uno de los pasos de palio más relevantes de la Semana Santa de Córdoba.
Un paso de palio que goza de una indiscutible personalidad propia merced al estilo implementado por la Hermandad desde hace décadas, el paso de palio de la Virgen de la Esperanza cuyo capataz Rafael Ramírez Galvín, según apuntan diversas fuentes consultadas, ha anunciado a sus costaleros que no seguirá siendo el capataz de la cuadrilla de la bellísima dolorosa de Juan Martínez Cerrillo. Según las fuentes citadas, el capataz ha explicado a sus hombres que su no continuidad obedece a una «pérdida de confianza» por parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad de San Andrés.
Una noticia que hasta el momento carece de la necesaria oficialidad, comunicado mediante, por parte de la corporación del Domingo de Ramos pero que, de confirmarse, pondría punto y final a una historia de una década en la que Ramírez Galvín, conocido en los círculos cofrades como «Toreri», ha dejado un sello inequívoco, coherente con el estilo de la cofradía, perfectamente identificable en la calle. Como decimos en otras situaciones similares, el tiempo determinará si el rumor vuelve a ser la antesala de la noticia y se materializa esta nueva desvinculación del mundo del costal de la ciudad de San Rafael que no gana para sobresaltos.