El Capirote, Opinión, Sevilla

Tres barrios que pasaron de moda

Cuando la hermandad del Gran Poder anunció su misión con motivo del 400 aniversario de la hechura de la imagen de Juan de Mesa los focos pronto se situaron sobre tres de los barrios más pobres de España. Ahora, meses después, pocos parecen acordarse de cómo estarán pasando la Navidad las familias que los habitan.

La vertiginosidad de la era en la que vivimos, con la prisa empujándonos a todos lados incide también en los medios. Las noticias se suceden y la relevancia va primando sobre las novedades más que sobre aquellas que requieren de un mayor tratamiento. Y esto es extensible a todas las áreas de las que se compone la información, dividida en bloques para una mejor organización. Desde nacional hasta cultura pasando por internacional, salud, economía o deportes.

En una ciudad donde la actualidad de las hermandades penitenciales da para todo el año, no es extraño que sus decisiones pasen por formar parte de las páginas de los diarios. Si a esto le añadimos que la misión se desarrolla por una corporación como la del Gran Poder el interés que suscita es aún mayor.

Hasta entonces conocíamos de tres barrios la droga, la inseguridad y los robos que nos contaba la prensa. Incluso hay quien acudió a ver al Señor de Sevilla con el miedo de que pudiera ser objeto de algún atraco. Pero nada sucedió. Ahora, la misión continúa pero ¡qué pronto se han olvidado aquellos periodistas que durante semanas centraron su atención en las parroquias de la Blanca Paloma, la Candelaria, Santa Teresa y su entorno!

Ríos de tinta para conseguir la atención de los lectores, para que clicaran en sus artículos y obtener un par de euros. Y poesías rimbombantes, con sus ripios tan del gusto de los rancios -no todos, otros tienen mejor gusto-. Hasta hubo quien, como algún historiador trasnochado y sabiondo, aprovechó esos días para hablar de los años que pasó en la Candelaria. Como saben, él no podía faltar.

¿Dónde están todos ellos? ¿Para qué les ha servido la misión en tres barrios? ¿Volverán a hablar en las páginas de la venta de droga y lo harán en su lugar de los barrios ricos donde se consume? ¿Serán más conscientes de la imagen que pueden trasladar y se lo pensarán dos veces antes de escribir artículos que dan vergüenza ajena? ¿Se acuerdan de ellos en estas fiestas?