Junto a la Madrugada del Viernes Santo, el Domingo de Ramos es la jornada más complicada de la Semana Santa de Sevilla en cuanto a horarios y recorridos. Prueba de ello es que El Amor, que ya comenzó con La Borriquita dejando 12 minutos de retraso, pidió la venia en La Campana a las 23:10 horas, cuando la hora estipulada para ello eran las 22:26 horas. Es decir, el retraso de la jornada llegaba hasta los 44 minutos. A pesar de los problemas, el Domingo de Ramos de 2018 ha estado marcado por la continuidad en cuanto a horarios e itinerarios.
La Paz inauguró la Semana Santa una hora después de lo previsto. También La Borriquita, Jesús Despojado, La Cena y La Hiniesta retrasaron unos minutos la salida, lo que fue se tradujo en minutos de retraso para entrar en Carrera Oficial, a excepción de La Paz, que llegó antes de lo previsto. Esta situación provocó una estampa inusual en La Campana, como es el tránsito del paso de La Borriquita por el palquillo mientras el misterio de Jesús Despojado estaba arriado en los umbrales de la calle O’Donnell y la cruz de guía de La Paz esperaba a ambas cofradías. De este modo, la corporación del Porvenir fue la más afectada por el temporal, eliminando el paso por el Arenal para transitar por la avenida de la Constitución y García de Vinuesa para buscar La Campana por el camino más corto y recuperar el tiempo perdido. Jesús Despojado también modificó su itinerario para dejar más margen de espacia a La Paz.
Este año, fue la pequeña Carlota Laguillo Prieto la encargada de pedir la primera venia en Carrera Oficial, año en el que se conmemora el cuarto centenario de la fusión entre La Borriquita y El Amor, estrenando una insignia con motivo de tal efemérides. La Paz estrenaba una nueva insignia con el lema Tu Porvenir es la Paz, diseñada por Gonzalo Navarro y bordada por Manuel Solano. También el Señor de la Cena realizó estación de penitencia con una nueva túnica, en terciopelo blanco, confeccionada por Antonio Jesús del Castillo Fernández. San Roque ha llevado a cabo la restauración integral de Simón de Cirene, mientras La Estrella presentaba como novedad los seis ciriales del paso de Cristo y un báculo-relicario de San Francisco de Paula.