Las tres Cofradías del Jueves Santo linarense cumplieron ayer con sus Estaciones de Penitencia de una forma simbólica más íntima, que duda cabe, que en años pretéritos. Un día que tuvo como protagonistas a las Hermandades de Jesús del Rescate, Jesús del Prendimiento y Nuestro Padre Jesús de la Columna bajo el marco incomparable de dos de las Iglesias más grandes de la ciudad; la de San Agustín y la Basílica de Santa María la Mayor.
Desde horas muy tempranas los dos templos estuvieron abiertos para que la gran multitud de fieles pudieran contemplar las bellas estampas que los Titulares de éstas tres insignes Hermandades dibujaron bajo las altas bóvedas del cielo.
La Hermandad de Jesús del Rescate y María Santísima de los Dolores dispuso su altar en su capilla colocando al Señor sobre una peana de flores y la Virgen justo detrás del mismo. Una disposición parecida estableció la Cofradía de la Columna con la Imagen del Señor un poco más adelantada y la de la Virgen y San Juan a ambos lados del mismo.
La Cofradía del Prendimiento realizó un recargado altar en el que colocó, también, dos figuras del Misterio que acompaña al Señor. Como podemos ver en la Imagen, el Cristo fue situado justo al inicio del altar, el Sayón y el Soldado detrás y la Virgen del Rosario en su capilla justo detrás de la escena, flanqueada por el frontal de su paso de palio.
Una puesta en escena esplendorosa que catapultó al Jueves Santo a su sentido más íntimo.