A paso mudá, Opinión

A paso mudá | El papel del músico

Si por algo me he caracterizado en esta casa, es por hacer artículos de opinión, en la mayoría, sobre todo lo referente a la música procesional. Y es que, a día de hoy, y desde hace ya algunos años (bastantes), el músico cofrade tiene un papel bastante difícil.

Primeramente, no tiene el valor que merece. Prácticamente todas las noches ensayando, dejando de lado otras aficiones, a la familia, a los amigos… para luego, en tan solo unos meses, su trabajo pueda ser el mejor o el peor. Y sí, así es. Parece ser que ya no se va a disfrutar de las bandas, sino a buscarles el fallo. Los hooligans bandísticos cada vez hacen más daño, al igual que mucha cuenta falsa en redes sociales tratan de destruir al prójimo.

Seguidamente, han de aguantar lo inaguantable. Personas maleducadas que cruzan las filas, llegando incluso a las manos en los peores casos, donde se puede sufrir una lesión importante, así como roturas de instrumentos. Si eso llega a pasar, ¿quién cubre al músico? Si se rompe un instrumento, ¿quién se lo paga? Y todo ello sin poder perder la compostura porque todo parece estar mirado con lupa.

Finalmente, el músico es una figura que está en constante aprendizaje. Sí, aprendiendo musicalmente y socialmente, tenga 15 años o 60, ya que las bandas son escuelas de vida.

Así que tú, querido lector, cuando veas una banda, ten en cuenta estas palabras y hagamos honores a los que hacen la música más bonita que puede existir.