Con la venia, Córdoba, Opinión

Cristianofobia

Escena 1

En la iglesia de Orissa en el distrito de Kandhamal, La India, los cristianos de rito siro-malabar rezan ante el santísimo y piden su protección para los siete cristianos inocentes encarcelados injustamente, acusados de un crimen que no han cometido.

Los presentes en el templo saben que sus correligionarios han sido cabeza de turco ante una persecución perpetrada contra la comunidad cristiana que sufrió asesinatos, saqueos, violaciones, y por fin el desplazamiento de sus hogares. El rezo se hace fuerte, los cristianos de Orissa saben que el Dios vivo está con ellos.

Escena 2

En la llanura de Ninive dos monjas dominicas, las hermanas Luma Khuder y Nazek Matty se postran ante el Santísimo. Han pasado días de oprobio y de necesidad han sido perseguidas por su fe, Antes de 2014, las Dominicas de Santa Catalina de Siena tenían conventos en muchas localidades de la Llanura de Nínive.

Cuando irrumpió el Estado Islámico, la Hermana Luma, la Hermana Nazek y otras setenta religiosas tuvieron que huir y se convirtieron en personas desplazadas. Sin embargo ahora pueden orar en el convento de Nuestra Señora del Rosario en Teleskuf, su casa, a la que están ayudando a reparar, así como el de centenares de familias cristianas que vuelven a la llanura a ocupar sus antiguos hogares.

Escena 3

Misa en Bagdad finalizada se procede a realizar la procesión eucarística; el P. Jorge Cortés, IVE dio la bendición a los cuatro puntos cardinales.

Desde la Iglesia se dirige al jardín de la Catedral latina de Bagdad; el coro entona el Tantum Ergo, himno compuesto en el siglo XII para las ceremonias eucarísticas y luego el coro canta las Letanías del Cuerpo y Sangre de Jesús, y el pueblo responde: “ten piedad de nosotros”

Muchos de los fieles no pueden sino acordarse de aquellos que ya no están entre ellos. Alguno evoca la figura del padre Ragheed Ganni verdadero mártir del siglo XXI que fue asesinado mientras decía a sus asesinos: “No podemos cerrar la casa de Dios”. El no ceder ante las amenazas de los integristas sunies le costó la vida así como a tres compañeros suyos diáconos.

Epilogo

En una ciudad bañada por un gran rio, y donde los calores se desbordan, el mayor templo de la diócesis es objeto de las ansias de una causa que dicen regada con los mismos petrodolares que abre escuelas salafistas en todo el mundo, y paga pingües beneficios a riquísimos futbolistas.

Dicho proyecto pretende arrebatar a los católicos su iglesia evitando que puedan hacer procesión de Fé en su interior, o cambiando su propia iconografía cristiana. Mientras los políticos de esa urbe tan particular se dedican a atizar problemas inexistentes por cobardía o oportunismo.

¡Bendiciones!