Cruz de guía, Opinión

Cruz de guía | A Dios rogando…

Un nuevo asunto se abre paso en la parrilla de los diferentes telediarios que copan, ya de por sí, nuestra ajetreada mente con toda problemática tóxica susceptible de ser achacada a la culpabilidad del ser humano porque sí. Una cuestión que llega tras una pandemia, la inflación, varios ademanes de epidemias, la subida de la luz y el gas, la guerra de Ucrania y un largo etcétera de noticias que insuflan las ganas de seguir habitando este trágico mundo.

Con todos ustedes y para mal de la humanidad llega a nuestras vidas la temida sequía, tan asoladora y procedente de algo tan actual como es el cambio climático, nótese la ironía. La coyuntura no solo nos ha servido, a los cofrades, para disfrutar de una semana santa plena, sino que también permitirá recordar estampas añejas y que se han repetido cíclicamente durante siglos a través de las llamadas procesiones de rogativas.

La rogativa de agua se ha hecho latente en los últimos tiempos ante una tesitura que se ha repitido intermitentemente durante siglos y que han depositado muestras de la devoción más profunda en la memoria colectiva de los fieles. Algunas como las del Gran Poder o el Cristo de San Agustín hicieron frente a implacables epidemias de peste, así como la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, El Abuelo de Jaén, contra las intermitentes sequías que azotaban a una sociedad basada en los beneficios de la agricultura. Así pues, las intervenciones de las imágenes a lo largo de la historia han confeccionado numerosos capítulos de devoción popular en el entramado urbano de nuestras ciudades y pueblos, y es que las oraciones consagradas a una determinada devoción comprendían la máxima expresión de fe del creyente, que confiaba en un desenlace propicio gracias a la injerencia de su imagen divina. Así lo hicieron en el pasado y así lo harán en la actualidad, le pese a quien le pese.

Es por ello que la hermandad del Abuelo regresará a las calles de la capital del Santo Reino, como lo hiciera antaño, para invocar la llegada de precipitaciones, al igual que ya lo han hecho sagradas efigies como el Cristo de las Aguas de Jerez de la Frontera o la Divina Pastora de Arcos y lo hará en próximas fechas la imagen de Nuestra Señora de Linarejos, patrona de Linares.

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