Andalucía, El Capirote, Opinión

De carteles, cartelitos y cartelazos (II)

La precuaresma en Andalucía se vive a golpe de cartelería cofradiera. Uno no termina de acabar el roscón de reyes cuando proliferan las presentaciones a lo ancho y largo de toda la comunidad. Se intercalan con vía crucis, igualás y ensayos que nos preparan para vivir una intensa Cuaresma que sirva de pórtico a la Semana Santa que tanto ansiamos.

Los pinceles de César Ramírez anuncian la Semana Santa de Ronda, donde aúna la tradición con la religiosidad popular. Bajo el título «Ronda, Reino de Luz» se presenta una composición donde se observa al Nuestro Señor Ecce-Homo, el Cristo de la Buena Muerte y el corazón de Nuestra Señora del Buen Amor junto con el tercio de la Legión. En palabras de su autor «siempre he imaginado que el Reino de Jesús es un Reino de Luz, una luz que lo inunda todo y donde sus servidores, lo alzan crucificado desde este mundo terrenal buscando el corazón de su Madre. Un corazón de Amor, atravesado por una espada de dolor donde Dios, hecho hombre, se ve reflejado en el preludio de su agonía, con el fondo del puente nuevo que para esta ocasión muta en el nombre de Ronda hasta fundirse en brazos legionarios». Una obra a la altura de la trayectoria de César Ramírez, quien escasos días presentó también el cartel de Manos Unidas, otra composición que bien podría haber servido para anunciar la Semana Santa.

La expansión de internet ha servido también para conocer de primera mano cómo trabajan otros artistas. De otro modo hubiera sido complicado descubrir quiénes están desarrollando su trabajo en la otra punta de Andalucía. Como resultado del rápido conocimiento, vemos que los artistas salen de sus fronteras y llegan a ser conocidos en otras regiones, huyendo de los localismos que siempre acaban por asfixiar la influencia de otras corrientes. Porque conocer otras manifestaciones religiosas es imbuirse a su vez de las tradiciones, del sentir de un pueblo que vive sus costumbres como sabemos hacerlo desde hace siglos en el sur de España.

En el cartel de Puente Genil se anuncia la Semana Santa del municipio cordobés mostrando la tradición. Proliferan composiciones donde destacan la imagen más conocida, la más venerada, pero en esta ocasión tan solo hace falta uno de los miembros del imperio romano, la corporación más numerosa y conocida de cuantas intervienen en su semana mayor, para saber que indudablemente se trata de Puente Genil. De lejos, uno observa a un romano. Al aproximarse, surgen multitud de referencias que solo es posible que hayan salido de Jesús Zurita. Apostar por él es siempre un valor seguro. Y prueba de ello son los numerosos carteles que ha realizado este año, como es el caso del que anuncia la semana grande en Motril.

Contiene letras de lápida romana, siendo un sepulcro abierto a un paisaje crepuscular que parece un orbe. Dos ángeles arropan a Cristo con la historia de Jonás y la ballena, «que arroparse con la esperanza es el camino de volver a la vida», según palabras de su autor. Zurita es autor además del cartel del septuagésimo quinto aniversario de la Cena de Huelva, donde una espiga dorada por el sol que viste a la mujer apocalíptica. El fondo, de color rojo «vibra como el vino que se transustancia en sangre». Recientemente también ha ejecutado el cartel del 400 aniversario de la hermandad del Nazareno de Cañete de las Torres, donde el fondo es invadido por la vegetación.

El jerezano Miguel Ángel Segura ha sido el encargado de anunciar la Semana Santa de Jerez de la Frontera. En la obra, el Cristo de la Sed y el crucificado de la Lanzada frente a frente. En el centro, la esponja con vinagre para calmar la sed y la lanza con la que Longinos traspasa a Cristo. El momento más emotivo del acto tuvo lugar al principio, cuando se rezó una oración por el alma del sacristán asesinado en Algeciras. Dicho sea de paso que no estaría de más recordar a quien con tanto amor sirvió, durante diecisiete años en la céntrica parroquia de la Plaza Alta, en presentaciones y pregones ante la semana más esperada, que él, como creyente y cofrade vivía desde pequeño.

Si el año pasado Montoro tuvo como cartel una obra de Martín González Laguna, en esta ocasión hace lo propio Lucas Martínez de la Rosa con una composición protagonizada por Nuestra Señora de las Angustias. En palabras de su autor para «comprender y detallar lo que vemos en la obra hay que empezar por el enmarque de la misma, donde observamos la representación ornamental de la arquitectura gótica presente en el portacuius que guía a los hermanos corantes del Piadoso y Antiquísimo Coro de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores en la noche más importante para todos los montoreños». Tras la dolorosa, el madero, inspirado en la cruz que aparece en las primitivas reglas de la decana de las cofradías de Montoro, la de la Santa Vera Crux.