A pulso aliviao, Opinión

El paso del futuro, ¡esperemos!

Los Estudiantes han vuelto a abrir el manido melón del paso del Cristo de la Buena Muerte, convocando un cabildo extraordinario para septiembre, justamente cuando apriete el calor del membrillo que visto lo visto poco tendrá que envidiar a la de los primeros meses de verano.

Los del Rectorado llevan un siglo sin dar con la tecla, y el cofrade de a pie es pesimista con esta nueva oportunidad que se conocerá poco antes de la esperada reunión.

Es una tontería jugar a la adivinación y predecir cuál será la propuesta final como si de la lotería Nacional de Navidad se tratase, cuyos décimos por cierto ya se pueden comprar en algunas corporaciones.

Pero volviendo al tema, y sin hacer de pitonisos, sí es posible valorar las opciones que tienen sobre la mesa los hermanos de la cofradía del Martes Santo.

En primer lugar, es evidente que el estilo de las andas no se distanciará demasiado del actual en cuanto a diseño, pues el que continúa procesionando sigue fielmente el estilo patrimonial de la cofradía aunque conforme un proyecto muy simple.

Nadie olvida, no obstante, el grandioso proyecto que hizo en 1965 Joaquín Castilla, con un rico conjunto de plata y oro para el Señor; el cual quedó finalmente relegado en un cajón, para tristeza de no pocos cofrades, entre los que se incluye este articulista.

Del mismo modo, tampoco es desdeñable la reforma ejecutada en los últimos años, representada principalmente por los soberbios hachones en bronce; así como el excelente trabajo de los bordados y diseño de los nuevos faldones.

Por detallar y contextualizar brevemente al querido lector, los portahachones que se estrenaron en 2020 fueron realizado por los hermanos José Manuel y Pedro Ramos. El diseño constituye una copa sostenida por cuatro leones, inspirándose en una de las columnas del Victoria Albert Museum de Londres.

Respecto a los sensacionales faldones, cabe resaltar que siguen el diseño del paño frontal del Monasterio de Guadalupe (Cáceres, Extremadura), y están siendo bordados por el taller de Santa Bárbara, teniendo prevista la conclusión de los faldones restantes (laterales) para la Semana Santa de 2024.

Es más que probable que tanto los hachones como los faldones formen parte de ese nuevo paso, pues ya en el actual suponen un plus de belleza, armonía y calidad del conjunto.

Habrá que esperar dos meses para conocer ese gran conjunto a la altura del crucificado de la Buena Muerte, que esperemos sea el definitivo y aporte al mismo tiempo un toque de distinción a los pasos de Cristo de la Semana Santa sevillana.