Hemos pasado la entrada del mes de mayo, con su primer día festivo para todo el mundo, festividad para los cristianos de San José Obrero, al menos desde que su Santidad Pio XII en el año 1965 lo proclamó como fiesta litúrgica para el día 1 de mayo.
Que debemos de distinguir de la celebración del 19 de marzo, día que en el Martirologio Romano, celebramos el nacimiento para el cielo de San José, esposo de la Santísima Virgen María al que Pio IX proclamó también patrono de la Iglesia Universal.
La celebración del uno de mayo coincide con el Internacional Día del Trabajo, que fue legalizado finalmente como fecha de reivindicativa por el movimiento sindicalista y obrero en España en el año 1978.
Puerta de entrada al florido mes de mayo, un día señalado, doloroso en el sentido de que en este día finalizan las Cruces de Mayo, tras este puente, que en otras comunidades autonómicas tiene un día más de duración, aquí en nuestra ciudad, han finalizado las Cruces, muchos de los colaboradores que han trabajado durante la totalidad del puente van recogiendo los cachivaches y la efímera decoración de los más emblemáticos emplazamientos, se termina esta primera fiesta.
Una fiesta tradicional finaliza, en tan señalado día y como ya decía abre la puerta a nuestro mayo, ese mayo terrible para nuestros estudiantes en Córdoba, ahora viene la cata del vino, la celebración tan intima de los patios, finalizando con nuestra feria de la Virgen de la Salud, he visto que la Cruces han resultado todo un éxito, con lo que me alegro por las muchas hermandades que bajo este signo vencen su particular batalla económica, y que algunas de ellas destinan una considerable cantidad a la obras sociales, Cáritas, etc.
Un triunfo del que todos participamos y colaboramos, un triunfo para todos, resultado del trabajo de unos y de la diversión de otros, al fin ya la cabo, trabajo en equipo, al fin y al cabo una buena finalidad y meta.
Salvo algunos individuos, que hemos podido ver subiendo a la fuente de la Plaza del Potro, y alguna otra incívica actuación, creo que fruto del exceso de alcohol y falta de educación, quizás falta de cabeza y que gracias a Dios, no han creado nada más que incívicos actos con descaro de unos personajes siempre deleznables.
Ahora a recorrer este largo maratón de nuestro festivo mayo, que iniciamos con san José Obrero y que finaliza el día 31 con la Visitación de la Bienaventurada Virgen María, a su prima Isabel que en su ancianidad estaba embarazada.
Glorioso mes de mayo, que se inicia con San José y finaliza con este viaje de María Virgen, que curiosamente es de Galilea a Judea, es el mismo camino misionero de Jesús.
Espero que no nos cieguen la luces y farolillos de tantas fiestas, y que el alcohol no nos nuble la mente, y que seamos capaces de mantener nuestras tradiciones, incluidas las de nuestro Mariano mes por excelencia, que seamos fieles a nuestros principios desde la entrada de mayo hasta el mismo momento de su salida.