Hoy 21 de mayo, es la Ascensión del Señor, que es la culminación de la Resurrección de Jesucristo. Queda sólo una semana para Pentecostés y así la llegada del Espíritu Santo a nosotros.
Esta es la fe que cada uno tenga y salga un poco de su vida de vanidades, que por desgracia son cada día más. Pero ahora mismo es lo que hay, aquí escribiendo este humilde artículo escuchando el repique de campanas a las 12’00h de la mañana hora del Ángelus.
La hermandad del Rocío de Córdoba ya enfila su cuarto día de camino, con fresco como se puede comprobar con esta bajada de temperatura y con la llegada de esta ansiada agua. Agua que aún siendo de mucha falta, está llegando con bastante fuerza y virulencia desluciendo su necesidad por el daño que causa tanto en el campo como en las ciudades.
Estamos a las puertas de una semana claramente rociera y mariana. La primera como todos los años fue la hermandad de Córdoba y ya comienzan el resto de hermandades a salir en un carrusel precioso de carretas y peregrinos que siguen cada año con más fe que nunca.
Reconozco que debo de ir a ver a la Reina de las marismas, un poco más, no es menos cierto que mis oraciones en esta época van encomendadas a Ella y por eso le debo esas visitas que le debo a la Blanca Paloma.
Tengo varios motivos por los cuales visitarte Madre mía, tú sabes como yo, las complicaciones de la vida que todos tenemos, pero no es menos cierto que tiempo, dinero y espacio tenemos cada uno de nosotros para lo que queremos. Todo depende de nuestras prioridades que según nos convengan van para un sitio u otro.
Días de muchos recuerdos y sentimientos, no es menos cierto que hasta que no pase un año, todo será complicado como me dijo un amigo, el duelo un año como mínimo, aunque el recuerdo será eterno.
Así que continuemos con el devenir de nuestras respectivas vidas.
Disfruten de la semana rociera por excelencia los que estén realizando el camino y los que están en modo feria también disfruten de la feria de Ntra. Sra. de la Salud de Córdoba. Sean felices y extrapólenlo