La cuestión lleva semanas siendo objeto de airada controversia a lo largo y ancho de la geografía cofrade con opiniones encontradas incluso en el seno de Gente de Paz como atestiguan nuestros columnistas. Pero se defienda la opción que se defienda, lo cierto y verdad es que localidades con una profunda raigambre cofrade como ciudad de Jerez, se están erigiendo paulatinamente en verdadero ejemplo de que si se quiere se pueden hacer las cosas.
Una verdad irrefutable que vendrá siempre acompañada, qué duda cabe, por la opinión de quiénes siempre afirman que en su casa habría más gente, léase más público, y que en ciertas latitudes es imposible imaginar un traslado de este modo. Pero en cualquier caso, en Jerez lo han hecho, y por segunda vez en apenas siete días, una imagen mariana ha caminado bajo el cielo del otoño jerezano.
Ha sido Madre de Dios del Rosario que, en virtud de la aprobación cursada por la Delegación de Movilidad y Cultura el Ayuntamiento de Jerez, ha sido trasladada a la parroquia de Santiago, su nueva sede, desde la iglesia de La Victoria. Con tal histórico motivo la Virgen ha llevado la esencia de cada titular mariana de las Hermandades que pertenecen a la Parroquia de Santiago, en honor a Ellas que este año no han podido procesionar por las calle del barrio.
Así, la Virgen del Rosario ha lucido la antigua saya blanca bordada de María Santísima del Dulce Nombre, tres estrellas de Nuestra Señora de los Remedios, un clavel de plata de Nuestra Madre y Señora de la Soledad, el manto isabelino púrpura bordado en oro de Nuestra Señora de la Piedad, perfume de Nuestra Señora de la Paz de la Sacramental de Santiago y la medalla primitiva de San Cristóbal de Madre de Dios de la Misericordia. Una ocasión histórica que ya forma parte de la memoria colectiva del Jerez cofrade.
