La vida a veces regala momentos que se quedarán para siempre en el alma de aquellos que la viven. Esos que se encuentran en el lugar adecuado, en el momento adecuado. Eso ha ocurrido esta noche en la Basílica de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.
Un fallo eléctrico la ha dejado sin luz durante la celebración del Septenario, quedándose la Esperanza alumbrada exclusivamente por la candelería del altar efímero dispuesto por el equipo de priostía de la corporación del Arco con motivo del tradicional ciclo de cultos que la hermandad consagra en honor de la dolorosa hispalense.
Un suceso que ha afectado al distrito Macarena, propiciando un apagón de unos minutos en la Basílica de la Reina de San Gil ha dejado una imagen insólita para el recuerdo. El apagón ha afectado toda la zona, incluyendo el alumbrado público y zonas como San Lazaro y Pio XII y en el Hospital y San Luis.
Ha sido un momento íntimo, donde los asistentes han podido contemplar entre tiniebla a la estrella de la mañana que alumbra sus vidas. Una escena histórica, recogida por Álvaro Heras que ya forma parte de la pequeña gran historia de la Cuaresma sevillana de 2023 y que está dotada de una belleza inenarrable que demuestra que solamente es necesaria la presencia de la Madre de Dios para lograr sublimar la perfección.