Se multiplican en los últimos tiempos los ataques a la fe católica en general y las cofradías en particular por parte de quienes odian todo aquello que no comprenden y pretenden imponer su visión totalitaria de la realidad mancillando las creencias de miles de ciudadanos e intentando fulminar su libertad religiosa.
El último de estos miserables ejemplos ha tenido lugar en la localidad jiennense de Villanueva del Arzobispo donde un individuo, que ha sido identificado por la Guardia Civil, gracias a las grabaciones obtenidas de unas cámaras de seguridad, esparció sus propias heces sobre la imagen del Cristo de Medinaceli, sin reparar, en su infinita estulticia, que todo lo acaecido estaba siendo registrado por una grabación.
El suceso ha tenido lugar en el Santuario de la Virgen de la Fuensanta y propició que la cofradía de la Virgen de la Fuensanta presentase una denuncia ante el instituto armado al conocer los hechos. El sujeto, que no reside en el municipio, realizó una deposición en el mismo templo y posteriormente profanó la imagen, manchándola con excrementos.
Una prueba más de que las creencias de miles de españoles están siendo objeto de un ataque premeditado y que la libertad de credo está más que nunca en peligro.