Si por algo pasará a la Historia la Semana Santa de 2018 en Sevilla será por la reforma radical que ha sufrido el Martes Santo. No obstante, se trata de cambios drásticos pero efímeros que tienen como objetivo salvaguardar la jornada en una especie de prueba para contemplar futuras modificaciones y ver cómo quedará finalmente establecido el tercer día de la Semana Santa. Las hermandades han cambiado los turnos de paso por Carrera Oficial, que se hará a la inversa, a excepción del Cerro -la primera- y La Candelaria -la sexta-. En esta jornada, todas las cofradías han mantenido sus respectivas formaciones musicales.
El Cerro abrirá el día más tarde de lo habitual, efectuando salida a las 12:15 horas, siendo este momento uno de los recomendables para ver la cofradía junto al entorno del Arenal, que este año, por tanto, será a la vuelta. La entrada de la cruz de guía está prevista a las 00:45 horas, y dos horas más tarde la del palio. La hermandad está inmersa en el proceso de ejecución del paso del Señor de la Humildad, un magnífico Nazareno gubiado por Juan Manuel Miñarro y cuyas expectativas de salida se centran en el próximo 2019. Recordar también que en septiembre Nuestra Señora de los Dolores Coronada saldrá en procesión extraordinaria por el barrio del Cerro del Águila con motivo del 75 aniversario de la Parroquia homónima, sede canónica de la corporación.
La segunda cofradía en llegar a la Plaza del Triunfo será San Esteban, que este año estrena el suelo marmolizado del paso de misterio, así como la restauración de los respiraderos del paso de palio y de la toca de sobremanto de la Virgen de los Desamparados. Dos velas con lazos en la candelería de la dolorosas recordarán a las víctimas de la violencia de género y del maltrato infantil, la cual también portará un pez en recuerdo del pequeño Gabriel. Hablar de la hermandad de San Esteban es hablar de una de las salidas más complicadas de la Semana Santa hispalense. También merece la pena ver la cofradía en la Cuesta del Rosario o en la Plaza del Cristo de Burgos.
Desde el Rectorado de la Universidad de Sevilla, Los Estudiantes contemplan como novedad la inclusión en el patrimonio musical de La Virgen de la Angustia, de Francisco Javier Parra. Es digna de ver esta cofradía a su ida a la Santa Iglesia Catedral a partir de Miguel de Mañara y la Plaza de la Contratación. A la vuelta, el tránsito por el Arenal dejará este año estampas históricas. Es la hermandad que más penitentes posee, habiendo superado ya incluso a Pasión.
En San Benito, el taller de Manuel y Antonio Doradores han continuado el proceso de restauración del paso de misterio. Para esta ocasión han restaurado el frontal, los seis candelabros, el pebetero y el trono, así como la cruz de guía. La salida de esta cofradía pasa por ser uno de los momentos más especiales de la estación de penitencia, aunque también su paso ante el monumento de Santa Ángela de la Cruz y las calles Santiago y Muro de los Navarros a su regreso.
En quinta posición entrará a la Santa Iglesia Catedral la decana del Martes Santo, Santa Cruz. Esa una cofradía digna de ver durante todo el recorrido, pero es en su barrio donde se viven los tramos más emotivos: entrada y salida, Mateos Gago y el entorno del Real Alcázar. Este año, la corporación ha restaurado y enriquecido los candelabros de cola del paso de palio, realizado en el taller de los Hermanos Delgado.
La Candelaria estrenará este 2018 dos insignias para el cortejo de Virgen: la bandera de la Realeza de María -por Mariano Martín Santoja- y el banderín del 50 aniversario como patrona de parques y jardines -por Jesús Rosado-. También será novedad el banderín de la caridad -por Antonio Jesús del Castillo Fernández- los escudos pectorales de los pertigueros y la restauración de incensarios y ciriales, por Orfebrería Ramos. Es una cofradía que se caracteriza por el paso por los Jardines de Murillo, que este año recorrerá insólitamente con la luz del día, como pasó por última vez en 1927. Además, son destacables la salida y entrada al templo, así como el entorno de la Alfalfa a su regreso hacia la Parroquia de San Nicolás.
Los Javieres han pasado desde el segundo puesto al penúltimo en la jornada. Es de interés ver la cofradía a la ida hacia la Catedral por el entorno de la Alfalfa y del Salvador, mientras que a su regreso es digna de presenciar desde la calle Guadiana hasta la entrada al templo. Este año la hermandad estrena los paños de bocina del paso de palio y la restauración de los del Cristo, realizadas ambas labores por Paleteiro. También se han restaurado los faroles de la Cruz de Guía, por Enrique Castillo, quien también ha realizado nuevas coronillas para los candelabros de cola del paso de palio.
El broche de oro a una jornada indudablemente histórica lo pondrá el Dulce Nombre, que este año ha acometido la restauración integral del manto de salida, realizada por Jesús Rosado, así como la peana de la dolorosa, por Jesús Domínguez. En este taller se han restaurado los ciriales, pértigas y cruz parroquial. Enrique Castellano, por su parte, ha restaurado dorado los respiraderos del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús ante Anás, además de una de las banquetas de las figuras secundarias. Carmen Bahíma ha restaurado también las figuras de Anás y José de Arimatea. La hermandad, que cumple 50 años en San Lorenzo, saldrá a plena luz del día, hecho que se ha visto en raras ocasiones. Uno de los lugares de interés de la cofradía es el paso por la calle Orfila y la Plaza del Salvador, aunque la vuelta desde la Gavidia al templo supone también uno de los tramos más especiales.