Ya está en su paso la Virgen del Rocío

Faltan menos de tres semanas para que un rincón de Andalucía se convierta en el mismísimo paraíso. Ocurrirá cuando la fiesta del Espíritu Santo vuelva a instalarse con su fuerza inabarcable a orillas de las marismas de Doñana, en la única Aldea del mundo que no precisa de apellidos para ser perfectamente identificada, para que el mundo entero vuelva a rendir pleitesía a la Madre de Dios, María Santísima del Rocío.

Con la mirada puesta en este acontecimiento singular que cada año congrega a miles de personas a las plantas de la Blanca Paloma, la Reina indiscutible de la religiosidad popular andaluza ya se encuentra ataviada en su altar itinerante para rociar con sus dones infinitos a la inmensa marea de peregrinos que en apenas unos días comenzarán a inundar los senderos que llevan a la Tierra Prometida.

La Virgen luce la ocasión el traje y el manto de las hermandades, también conocido como de los Apóstoles, el rostrillo de Muñoz y Pabón  y la toquilla que fuera diseñada, al igual que el traje, por Joaquín Castilla. Como novedad, la Virgen luce un broche donado por una familia de devotos de Almonte, que reproduce la cruz de la espadaña del santuario y la paloma del Espíritu Santo del retablo de la Virgen.

Además luce amapolas y espigas verdes acompañando el vestido, conformando esa maravillosa imagen con la que los rocieros ya sueñan encontrarse cara a cara para inundarse de su fragancia y alimentarse de su presencia. La cuenta atrás ya ha comenzado.