Tal día como el del pasado jueves 14 de julio, hace 25 años, comenzó mi labor como vestidor de la Virgen del Carmen de Santa Catalina. En el mes de octubre anterior, ocurrió lo mismo con la que del Rosario.
El maestro Paco Morillo, ya de avanzada edad, me cede el testigo con la Virgen del Rosario y en el mes de julio, la noche que la Virgen se sube al paso, Paco no acude a la cita. Su ausencia estaba planificada por él mismo, para que me estrenara en ese cargo.
De manera más que improvisada, vestí a la Virgen con más cariño que técnica ,ya que sólo tenía 17 años, no llegaba casi por la altura ni a apretar la corona. Recuerdo el nerviosismo y las bromas ante la situación del recordado José Antonio Galindo, y a partir de esa noche, hasta el día de hoy han pasado 25 años.
Más de media vida. Ingresé como hermano de la hermandad en enero de 1995, de manera casual, o tal vez no. Cogí una estampa azul, con una ficha de inscripción que había en el altar de la Virgen, y decidí hacerme hermano.
En la hermandad del Carmen he vivido muchísimos momentos inolvidables, efemérides , aniversarios… Me formé y me fui haciendo como cofrade, aprendí y conocí desde dentro el mundo de las hermandades, su funcionamiento, y comencé a formar parte de una ” familia elegida”, con la que se convive muchos días a lo largo del año.
En la hermandad, conocí a tres personas maravillosas, que con el tiempo, se convierten en más que amigos; HERMANOS. Jesús Romanov López-Alfonso , Pablo White Pablo y José Francisco Armengol Villalba. Fueron el regalo que la Virgen en sus advocaciones del Carmen y del Rosario, me hizo.
He conocido a muchas personas en esta hermandad, grandes de corazón, con las que conviví intensamente.
Dominga Collado y María Vicente, con las que viví tantas historias que necesitaría muchos días para contar.
Siempre en mi recuerdo, Pepe Asián, artista de reconocido prestigio, con el que compartí muchas puestas de flores, conversaciones cofrades y viví en primera persona la maestría de su lápiz diseñando.
Podría llevarme horas escribiendo sobre la hermandad del Carmen, ya que desde que tenía 15 años formo parte de ella y tengo 42… Anoche hizo una semana que se volvía a repetir el rito, y la Virgen del Carmen volverá a subir a su paso, para el próximo sábado, reencontrarse con su gente tras dos años de triste y larga ausencia.
Con el corazón curtido en mil batallas, y mi recuerdo de los que no están físicamente, volví a ser ese niño esa noche, igual que hace 25 años”.
‘A Paco Morillo, vestidor de la Virgen durante más de 30 años. A todas las camareras, que desempeñaron su papel conmigo al lado de Nuestras Vírgenes ‘.’ A JESÚS POR MARÍA ‘.