A paso mudá, Opinión

A paso mudá | Un espectáculo para todos los sentidos

Hace unas semanas escribí acerca de la importancia de algunas hermandades respecto a otras, existiendo desde hermandades que siempre alegan a su orden histórico y de ahí no salen, aunque sean las que realmente perjudiquen a la estructura de la jornada, hasta hermandades que quieren abarcar más recorrido del que pueden. Y, como no, pasando por aquellas que se recrean más de la cuenta, llegando a sobrepasar el espectáculo, lo cual llega a ser sobreactuado e innecesario.

Y por supuesto, el infierno de la Madrugá. ¡Ay pobre la última hermandad que pasa por Carrera Oficial! Los parones llegan a ser abusivos, y la gran mayoría de los años, su titular cristífero no hay forma de que pase de noche por dicha parte del recorrido. Y luego están las hermandades las cuales están y nada más. Aquellas que se ven solas de público porque la gente busca lo que busca. 

Lo último, y contado en esta casa, son las declaraciones de una hermandad cordobesa que no ha sido aceptada en la Agrupación de cofradías de la capital califal. ¿Algún día nos daremos cuenta de que la Semana Santa es más importante y superior a cada una de las hermandades individualmente? Se ve que no.

Luego hay hermandades, tanto en Córdoba, como ya escribí en Sevilla, que dan lecciones de todo menos de hermandad, y eso no es bueno para nadie. Capataces prohibiendo a costaleros salir, hermandades pidiendo papeletas de sitio VIP, más caras que en Semana Santa y para el bolsillo de los más privilegiados, o también hermandades que aceptan que las bandas vayan a medias.

Todo esto y más, nos espera en aproximadamente un mes. Si queríamos show y espectáculo, está asegurado.