Con la venia, Opinión

Con la venia | Parque de atracciones con capirote

La revitalización en estos pasados días del tema de la “Madrugá” en Córdoba no es una cuestión que se haya suscitado inocentemente. Artículos, foros y mentideros cofrades han vuelto a ser la correa de transmisión de una idea pergeñada por escasas personas con gran nivel de presión, espoleadas desde instancias del poder político y económico de la ciudad.

No han sido muchas las razones expuestas para perseguir ese “sueño”, que mucho nos tememos más pronto que tarde se tornaría en pesadilla. Sin embargo ha brillado por su ausencia las razones puramente cofrades o penitenciales, ya que lo que se mueve alrededor de la “Madrugá” es una cuestión puramente comercial y así ha sido claramente expuesto.

Cuando se habla de un proyecto de ciudad debemos tener claro que la Semana Santa es sólo una de las patas en las que se basa el modelo. Diversos grupos de presión del comercio y la hostelería, amparados por el ayuntamiento, han logrado la libertad total de horarios comerciales durante los meses de abril y mayo. Se pretende hacer de Córdoba un gran parque de atracciones para los turistas en el que se sucedan Patios, Semana Santa, Romerias y Feria como colofón. Ya lo dijo un prócer de la iglesia cordobesa, una “Madrugá” es necesaria para quitarles turistas a las ciudades vecinas.

El modelo del gobierno municipal es claro, hacer de Córdoba una ciudad turística con todas las consecuencias, en una ciudad con una nimia industria, un campo subvencionado para que no produzca, y un poder financiero finiquitado el turismo parece ser el maná que sostendrá a la población cordobesa los próximos decenios. Y ahí la Semana Santa se ha convertido en un objeto de manipulación, un instrumento manejable y un mero escaparate eso sí muy decorativo con el que tapar huecos, tocar a rebato y presentarse en las sedes de los tours operadores nacionales y extranjeros.

La “Madrugá” ya ha mostrado, fuera de toda duda, que algunas de las personas e instituciones que deberían ser garantes de las esencias de las Hermandades y Cofradías o prefieren mirar para otro lado o más lamentablemente simplemente son peones a los que mueven a discreción. Algo bueno debería tener el planteamiento tan obsceno que se ha hecho, desde el punto de vista cofrade y penitencial, algunos se han retratado y han mostrado que fines persiguen

Nos surge una duda lateral, pero enjundiosa, con un Jueves Santo que ya este año ha sido pervertido con la apertura del comercio a la que se sumará, no sabemos si este año o el que viene, el Viernes Santo; en una ciudad como Córdoba en la que tantos paisanos trabajan ya en bares y tiendas, y con centros comerciales que cierran a las diez de la noche; ¿Cómo se van a nutrir los cortejos procesionales de esa “madrugá” y los de las tardes de los días señalados? ¿Procesiones sólo de niños y adolescentes con un público, que ya no fieles, en los que el turista sea el protagonista?

Parece ser que esta es la nueva Semana Santa cordobesa, que nunca mejor dicho nos venden, un objeto comercial destinado a ser parte de un parque de atracciones con capirote; y a nosotros nos resuenan las palabras del filosofo ¡no es esto, no es esto!