Querido lector de Cruce de Gallardetes:
La Cuaresma entra en su recta final y nos disponemos a vivir una semana de vísperas, que comenzará en el momento en el que el pregonero de nuestra ciudad se baje del atril.
En muchos lugares se sucederán los traslados, subidas al paso y un sinfín de cultos en honor a Jesús y a su Bendita Madre María Santísima. Uno de los ejercicios de piedad que cobra especial protagonismo en estos días es el rezo en la calle del Santo Vía Crucis.
Ciertamente, es uno de los ejes principales de este tiempo litúrgico. En primer lugar, porque invita a todo el mundo a vivir la pasión del Señor cerca y profundizar en sus misterios y en segundo lugar, porque se lleva a Dios a la calle.
Es importante que en esta sociedad que quiere alejarse de Dios, salgamos a la calle acercando el mensaje de Cristo a los que más lo necesitan. Su pasión, es el consuelo de centenares de almas y más aún que el Señor, pare en aquellas casas que necesitan de más consuelo.
Vivamos pues, en estas noches de Cuaresma, la pasión del Señor en nuestras calles, no dejándonos guiar por el cómo ira, sino porque va Cristo con la cruz al hombro, por quien muere Cristo una vez más.