Cruz de guía, Opinión

Cruz de guía | Todos te deben servir

En un abrir y cerrar de ojos llegó tu tiempo. Ese que no conoce la sinrazón ni el desvarío. Ese que queda enhebrado en un mes que cuenta los días como flores de hoja perenne. Auxiliadora de los cristianos, refugio de los atribulados y consuelo de los afligidos que al final de una fervorosa calle tienes tu morada, entre colosales paredes encaladas y suelos inmaculados de mármol blanco que agonizan en las plantas de tu altar.

Un camino hacia tu día. Ese en el que te acompañan tus dos más fieles siervos y padres de tu legado. Domingo Savio y Juan Bosco te brindan su devoción en tu peregrinar al son de cohetes y tambores por el centro de la ciudad a la que amparaste en tu plena maternidad.

Refugio de generaciones de jóvenes, madre de la alegría y vasija rebosante de amor, enséñanos a valorar tu presencia, porque estar ante tus plantas es el privilegio de un pueblo que tiene en la silueta de una Madre alegre el refugio ante la adversidad de un tiempo sumido en la incertidumbre, enséñanos a servirte, porque servir es reinar en nuestros corazones y enséñanos a adorarte para alcanzar la salvación como Puerta del Cielo que eres.

Todos te deben servir, María Auxiliadora.