La primera jornada de cruces ha dejado como balance dos polémicas que han afectado a sendas hermandades cordobesas. La primera de ellas, la controversia de los wc en la Cruz del Resucitado, saldada tras la queja pública emitida por la corporación de Santa Marina, que tras haber tenido que soportar la desconsideración de los responsables de ubicar los sanitarios que los colocaron al pie del retablo cerámico del Señor, han visto como el Ayuntamiento ha rectificado y los ha retirado del inadecuado lugar.
La segunda polémica ha tenido como protagonista a la hermandad del Císter cuya Cruz de Mayo, situada en la Plaza del Cardenal Toledo, según ha apuntado el Concejal de Seguridad, Emilio Aumente en el balance realizado tras la primera noche de celebración, había sido multada por los agentes de la Policía Local. El edil ha explicó que los responsables fueron apercibidos por el volumen de la música a resultas de una queja vecinal.
Según precisó Aumente, en una primera instancia se bajó la música pero cuando los agentes se marcharon el volumen volvió a elevarse. Ante la reiteración, los agentes procedieron a tramitar la denuncia. Sin embargo, fuentes cercanas a la corporación, citadas por Cordopolis, afirmaron desde el primer momento que es cierto que los miembros de la policía se acercaron al lugar pero que no obra en su poder denuncia alguna. Como en tantas cosas, ha sido el tiempo quien ha otorgado veracidad a una de las versiones, en este caso la de la hermandad ya que el propio Aumente ha explicado que todo se ha tratado de un malentendido ya que la Cruz multada, fue la de la plaza de Abades y no la de Cardenal Toledo, con lo que la polémica ha quedado aclarada.