Córdoba

La Buena Muerte culmina un fin de semana histórico con el retorno de la Reina de los Mártires a San Hipólito

La hermandad de la Buena Muerte ha culminado un fin de semana que pasará a la historia de la corporación de San Hipólito. Un fin de semana en el que, coincidiendo con la celebración de la festividad de San Acisclo y Santa Victoria, cuyos restos descansan entre los muros de la Basílica de San Pedro, y enmarcado en el LXXV aniversario de la fundación de la corporación de la madrugada, la bellísima dolorosa de Castillo Lastrucci fue trasladada al hogar de la hermandad de la Misericordia para protagonizar un besamanos de carácter extraordinario. La virgen fue trasladada el viernes y el sábado tuvo lugar el esperado acontecimiento que dejó múltiples imágenes para el recuerdo

La tarde del sábado concluyó el Solemne Triduo en honor a Nuestra Señora Reina de los Mártires, con una ceremonia que dio comienzo a las 19:30 horas celebrada por el Rito Hispano-Mozárabe y presidida por el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. Tras la Eucaristía la Virgen regresó a la Iglesia de San Hipólito, acompańada por Ars Sacra de Écija en virtud de un itinerario que se desarrolló por Escultor Juan de Mesa, Plaza de la Almagra, Ermita del Socorro, Plaza de la Corredera, Espartería, Capitulares, Alfonso XIII, Convento de las Capuchinas, San Zoilo, Plaza de San Miguel, Góngora, Gran Capitán, Alonso Aguilar y San Hipólito, en el que nuestro compañero Antonio Quintero estuvo presente para dejar testimonio gráfico de un acontecimiento que ya forma parte de la memoria colectiva de la Córdoba Cofrade.