La llegada del mes de noviembre, momento litúrgico en el que se celebra la festividad de los fieles difuntos, implica que las hermandades a lo largo y ancho de nuestra tierra sean ataviadas del más riguroso luto. Un luto que cada vestidor interpreta de un modo diferente.
La Virgen de la Estrella, titular mariana de la Hermandad de la Flagelación de La Línea de la Concepción ya se encuentra vestida para el mes de los difuntos. La bellísima dolorosa que tallara el sevillano Francisco Berlanga ya aguarda a sus fieles en su sede canónica, la Iglesia de Santiago, vestida de luto con sumo cuidado por su vestidora, Marta Gutiérrez Rosado.
La Virgen luce un terno de terciopelo negro enriquecido en los puños de las mangas y en el borde de la saya con un encaje en oro viejo y perlas. En cuanto al tocado, está confeccionado con tres tejidos diferentes. El tocado a tablas está realizado con lamé dorado y encaje negro con motivos de cachemiras superpuesto. El remate del pecherín está realizado con un velo de encaje de blonda de los que usaban las señoras para acudir a la iglesia donado por una hermana de la corporación y que pertenecía a su madre. La cotilla dorada está decorada con malla, lentejuelas y perlas. La Virgen luce en la mano derecha un pañuelo negro de organza de seda y encaje, en la izquierda rosario de cuentas negras y plata. Porta la dolorosa de Santiago una bella diadema sobre su sien, que viene a realzar el carácter sobrio del terno.
