Es un anhelo que la Hermandad tenía desde hace tiempo. La Corporación de la Entrada Triunfal en Jerusalén de Linares ya tiene en sus manos la nueva casa de hermandad que verá salir, Dios mediante, a los dos Titulares de la mañana del Domingo de Ramos linarense. Un proyecto ilusionante que se ha hecho realidad y que prevé un camino largo y arduo que la Cofradía del barrio de San José tendrá que afrontar para adaptar el edificio a sus necesidades.
La nueva casa de hermandad cumple, además, otro deseo de la Hermandad que no es otro que el de situarse en el barrio del que se nutre y con el que conforma una conjunción inseparable no solo durante la mañana del Domingo de Ramos sino durante el resto del año también. Un factor que le proporciona una indudable ventaja en cuanto al problema de trasladar los dos grandes pasos, así como, la comodidad de contar con la cercanía de su sede canónica.
Por lo tanto, la Cofradía de la Borriquilla ha dado un paso de gigante en su historia con el objetivo, no solo de crecer como Corporación penitencial, sino también con el de mejorar sus instalaciones y algún día poner su cruz de guía en la calle desde su enclave propio.