A paso mudá, Opinión

Mucha música, poco aporte

Que las bandas de Semana Santa están a un nivel espectacular, es una evidencia. No hay nada más que ver el nivel que una banda puede conseguir si vamos a certámenes, conciertos o procesiones. Y a día de hoy, cualquier banda, sin necesariamente tener más de 80 o 100 músicos, puede hacer una música exquisita. El problema está que tanto avance hace que las marchas cada vez sean menos propias de lo que son, ya que cada vez más se interpretan las obras propias de las bandas grandes.

Bajo mi punto de vista, creo que en los últimos años se está componiendo demasiado, y me explico. Las marchas clásicas, con el mito de que siempre estarán, están pasando a un lugar bastante secundario, anteponiéndose a estas los estrenos que se dan todos los años; perdón, no los estrenos, sino el estreno masivo de marchas de Semana Santa. 

En la ciudad de Sevilla, Córdoba, Málaga… Las formaciones musicales de mayor nivel estrenan un número abismal de marchas cada año, lo que hace que los estrenos del último año anterior pasen a un segundo plano. Y es que, creo que al componer tanto, y por lo consiguiente estrenar tantas obras, queda todo un poco en el olvido de la gente. Recientemente, algunas formaciones han estrenado hasta dos, tres o cuatro marchas en un mismo certamen, o en un periodo muy corto de tiempo. ¿De verdad que el público va a saber diferenciar esta Semana Santa unas de otras? Quizá no sea la vara de medir absoluta, pero es un aspecto muy importante a tener en cuenta. En décadas anteriores, las formaciones musicales estrenaban dos marchas al año; actualmente, este número se ve incrementado con creces.

Entonces, ¿ dónde van a quedar los Perdona tu pueblo, Cristo del Amor, Soledad de San Pablo… Si solo nos venden lo último, la moda impuesta?