De cuando en cuando decimos que la religiosidad popular carece de fronteras siendo capaz de superar las limitaciones derivadas de la distancia para alcanzar confines inimaginables. Una verdad absoluta multiplicada en los últimos años gracias a la existencia de la red de redes que es capaz de poner al alcance de la universalidad escenas antaño reservadas para miradas locales.
Así ha ocurrido con una imagen cordobesa, el Santísimo Cristo de la Expiración, joya centenaria que habita en la Real iglesia de San Pablo de Córdoba cuya efigie ha llegado al otro lado del charco, a tierras mexicanas, para ilustrar con su imponente figura el discurso de un conocido sacerdote del país latinoamericano, el padre Espinoza de los Monteros. Una nueva prueba fehaciente de que el poder incalculable de la religiosidad popular es capaz de llegar adonde solo la imaginación alcanza.
Ángel Espinosa de los Monteros nació en Puebla (México), en 1966. Realizó sus estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad Grego-riana de Roma y los de Teología en el Ateneo Regina Apostolorum, donde obtuvo la Licenciatura en Teología Moral, con especialización en Bioética.
Posee una Maestría en Humanidades Clásicas por el Instituto de Estudios Humanísticos de Salamanca (España). Impartió conferencias sobre matrimonio y valores familiares en México, Estados Unidos, Colombia, Chile, Italia, Francia y otros.
Publicó el libro: “El anillo es para siempre” traducido en varios idiomas, entre otras publicaciones. Trabajó durante siete años como orientador familiar en Guadalajara, fue director de Cumbres de Medellín, Colombia, y colaboró en la formación de adultos en París, orien-tador familiar, en la preparatoria de Cumbres de México, también ha impartido conferencias sobre matrimonio, valores familiares y espiritualidad en diferentes ciudades de Europa, y América.