En mi Huerto de los olivos, Opinión

En mi Huerto de los olivos | Amor del viento

La semana cofrade cordobesa viene señalada por dos pérdidas en el factor humano. Es triste ver como el devenir de la vida y del tiempo es inexorable, a cada uno de nosotros nos llegará nuestra hora y día. Y así les ha llegado a dos personajes importantes de la vida cordobesa.

Uno, con más nombre por ser un artista de la escritura, como D. Antonio Gala, otro, con más nombre en una hermandad cordobesa por ser su viva historia de ella, D. Rafael Serrano Elías, hermano entre otras hermandades de sus Penas de Santiago donde fue Hermano Mayor, siendo historia viva de dicha hermandad.

Así el incansable contar de segundos se convierte día a día en una más cercana hora a una hora que no conocemos ni nos gustaría conocer.

Vidas, que cada una de ellas en sus vivencias nos dejaron lo mejor de cada uno, que será por lo que debamos recordarlos, porque malos momentos todos tuvimos y esos hay que dejarlos olvidados.

Es complicado hablar de Córdoba y no hacerlo de Antonio Gala y es complicado hablar de las Penas de Santiago y no hacerlo de Rafael Serrano. Han sido figuras que han llevado por sus respectivos lugares a Córdoba y la hermandad de las Penas. 

Si Córdoba se la conoce por su historia milenaria no es menos cierto que Antonio Gala ha ayudado de una manera muy especial a que se conozca en otros ambientes y ámbitos. 

La Hermandad de las Penas es a día de hoy lo que es indudablemente por el trabajo de sus hermanos, pero, sobre todo, por Rafael cuando comenzó junto a su amigo inseparable a trabajar a destajo por y para su hermandad del crucificado moreno de Santiago y sus respectivas bellezas marianas.

Rafael también ha sido miembro de Juntas de Gobierno, en distintos mandatos, en la Agrupación de Hermandades de la ciudad, colaborando en el crecimiento de nuestra Semana Santa. Además de hermano de la hermandad de San Rafael. Además, otra labor de Rafael fue la de peñista, que en nuestra ciudad siempre han tenido un lugar muy social.

Antonio Gala, ha sido un exaltador impresionante de nuestra ciudad, llegando a lugares impensables por motivos varios. Dejamos para acabar el soneto que realizó a una de sus devociones como el Stmo. Cristo del Remedio de Ánimas. Dios tenga en su gloria a cada uno de ellos, reconociendo que el cofrade si era mucho más creyente y el dramaturgo tenía su peculiar perspectiva de la creencia religiosa.

Sean felices y extrapólenlo, no se lo guarden para ustedes. Disfrutemos del mes por excelencia del Señor y de cada una distintas maneras de manifestar su alabanza.

Amor del viento

En tu cuerpo desnudo, amor del viento,

beben su palidez las alboradas

y en tus manos enclavadas,

la luna siega en flor el sentimiento.

Cómo aprenden de tu estremecimiento 

las hojas por las brisas acunadas.

Cómo aprenden quejidos y baladas

de tu cuerpo desnudo y violento.

El manantial que copia tus heridas,

tu corazón, el pájaro; tus dedos

las pobres cañamizas abatidas;

que hay un enorme aletear de credos

y desde esa vendimia en la que anidas

acaricien tus ojos mis miedos.

Antonio Gala