A pulso aliviao, Opinión

Hasta siempre

Mis queridos lectores, os escribo desde esta atalaya, nuestro A pulso aliviao con el que hemos compartido tantas semanas, para despedirme de vosotros y agradeceros de corazón el cariño que nos habéis brindado a todo el equipo y a mí personalmente.

He de deciros que la decisión no ha sido nada fácil, pues llevo en la memoria los momentos que he disfrutado con vosotros hablando de tantos temas, en ocasiones para elogiar y admirar algún acontecimiento, exposición estreno o gesto de algún hermano mayor o dirigente cofradiero; y en otras también para señalar las equivocaciones, egos, juegos de poder y envidias que se suceden igualmente en nuestras cofradías.

Todo esto, unido a las noticias, crónicas y entrevistas, no hubiera sido posiblemente sin que el Director de Gente de Paz, Guillermo Rodríguez, hubiera depositado la confianza en este humilde redactor, intentando desde entonces llevaros a vuestras casas, trabajos o lugares de ocio la mejor información cofrade con sus protagonistas; y en definitiva, poder ejercer mi profesión a través de este maravilloso diario digital que me ha aportado tantas alegrías a lo largo de estos dos años.

Sería imperdonable olvidar asimismo la colaboración desinteresada de hermanos mayores, orfebres, escultores, capataces, cantantes, empresarios, políticos, pregoneros, cartelistas, tallistas o pintores; posibilitando conocer por una parte sus impresiones profesionales o vocacionales, y por otras sus vivencias personales, siempre curiosas y enriquecedoras.

A todos ellos les doy las más sinceras gracias por regalarme un trocito de su tiempo, un conocimiento y experiencia infinitos; y en algunos casos hasta una amistad de la que me siento honrado.

Ahora comienza una nueva etapa en la que toca dejar la pluma en el tintero para descansar la mente, e iniciar Dios Mediante nuevos proyectos totalmente alejados del plano cofrade; a pesar de que este mundo me apasiona y, aunque sea de otra manera, seguiré luchando por gritar la verdad sin concesiones, le escueza a quien le escueza.

Por último, quiero recalcaros nuevamente mi sincero afecto, queridos lectores, que tanto, tanto, tanto me habéis dado en este tiempo, llenando de ilusión mis días y mis noches.

Junto a vosotros Gente de Paz ha sido, es y será siempre una parte importantísima de mi vida, y espero y deseo que también lo sea de la vuestra, pues detrás de ese nombre hay un equipo de grandes personas dispuestas a trabajar por las cofradías en toda la geografía andaluza.

¡Gracias a todos y hasta siempre!