Indignación e incredulidad. Estos son los sentimientos que ha despertado, en buena parte de la población de la localidad jiennense de Porcuna, la acción ejecutada por el ayuntamiento que preside Miguel Moreno, actualmente afiliado a Ciudadanos, que ha consistido en colocar una mascarilla en la cara al monumento del Sagrado Corazón de Jesús situado en la Plaza de Andalucía. Una estatua -un auténtico icono en la localidad- que fue instalada a finales de los años 50 del siglo XX y es obra del artista malagueño, afincado en Úbeda, Francisco Palma Burgos, autor también del llamado Cristo de Mena, cuya hechura vino a sustituir al auténtico Cristo que fue destruido en 1936.
La alcaldía ha amparado su acción en que se trata de una “propuesta de una niña”, motivo que, al parecer ha sido suficiente para que en la mañana de hoy se le haya colocado a la emblemática imagen una mascarilla, gesto que no ha sido bien aceptado ni entendido por muchos. El propio ayuntamiento ha querido hacer gala de la acción realizada en un comunicado emitido al efecto en el que explica que “este simbólico gesto nos recuerda que, aunque nos encontramos en una fase de estabilización, debemos seguir extremando las precauciones a la hora de salir de nuestros domicilios”.
No obstante, si bien el comunicado asegura que la intención del gesto pretende “concienciar a mayores y hacer partícipes a los más pequeños del uso de la mascarilla frente a la lucha contra el Covid-19”, muchos porcunenses han opinado, a través de diversas redes sociales, que se podría haber optado por multitud de gestos diferentes en lugar de utilizar una imagen que, indiscutiblemente, goza de un componente religioso que hay quienes han sentido innecesariamente ultrajado. Incluso haciendo partícipe a la propia imagen… “hubiese sido tan sencillo como ponerle la mascarilla en la mano y no en la cara”, aseguraba un internauta. Juzguen por sí mismos; ¿qué opinan?