La mañana del Domingo de Pentecostés amaneció algo fresco, pero con el sol en el cielo, haciéndose presente en El Real, el cenáculo rociero. Epicentro de fe cada Romería. Con los cantos del Coro de La Puebla, con el tradicional “Cantemos romeros” del mítico grupo de sevillanas de Los Romeros, y la música de la orquesta, comenzaba la Pontifical de Pentecostés.
El Obispo de Huelva, D. Santiago Gómez Sierra, en la introducción, ha recalcado que, según el Papa Francisco, hay que mirar la piedad popular para la nueva evangelización. Ha recordado a San Juan Pablo II, el Papa Rociero, en el XXX aniversario de su visita a este lugar teológico, la aldea almonteña.
Por este aniversario ha sido presidida la eucaristía por el Nuncio de su Santidad, Bernardito Auza, quien ha querido hacer hincapié en la devoción rociera y ha recordado las palabras de San Juan Pablo II:” Que todo el mundo sea rociero” y ha finalizado dando los vivas a la Virgen.
El tiempo ha respetado la multitudinaria eucaristía rociera, en la que los rocieros han dado verdadera muestra de fe, en el lugar donde en 1919 la Virgen del Rocío fue coronada. Momento para el recuerdo ha sido el canto de la salve de Los Romeros de La Puebla, donde muchos de los asistentes no han podido contener las lágrimas.
